Vicepresidenta de EEUU dijo que debe decirse la verdad sobre racismo imperante en su país

La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, sostuvo hoy que hay que "decir la verdad sobre la historia del racismo" en su país "y su existencia en la actualidad", en alusión a los constantes episodios de brutalidad policial contra negros e hispanos que causaron indignación en gran parte de la población y una fuerte repercusión planetaria.

«Es importante decir la verdad sobre el papel que ha jugado el racismo en la historia de Estados Unidos», subrayó la vicepresidenta demócrata en una entrevista exclusiva con el programa «Good Morning America» de la cadena ABC News,

De esta manera, Harris le respondió al senador republicano por Carolina del Norte Tim Scott, quien anoche realizó una crítica respuesta al discurso del presidente, Joe Biden, en una sesión del Congreso.

Scott, irónicamente el único senador republicano negro, dijo que «Estados Unidos no es un país racista» y se mostró en desacuerdo con lo que llamó combatir «la discriminación con diferentes tipos de discriminación».

Consideró además que discrepa con «usar nuestro doloroso pasado para cerrar deshonestamente los debates en el presente».

«No creo que Estados Unidos sea un país racista pero también tenemos que decir la verdad sobre la historia del racismo en nuestro país y su existencia en la actualidad», replicó Harris, primera mujer, primera afroamericana y primera asiática-americana en ejercer tan alto cargo.

Agregó que «queremos unificar el país, pero no sin decir la verdad y exigir la rendición de cuentas según corresponda», reflejando así una promesa de campaña de Biden.

«Estos son temas que debemos enfrentar», remarcó Harris, que elogió a Biden por llamar terrorismo a la supremacía blanca en su discurso de anoche y señaló que las agencias de inteligencia estadounidenses han determinado que es «la amenaza terrorista más letal para la patria» en la actualidad.

Durante la entrevista, también se refirió a dos roles principales que ahora desempeña en la Casa Blanca: liderar el esfuerzo diplomático para detener el flujo de migración desde Centroamérica y guiar la infraestructura de 2.3 billones de dólares propuesta por el presidente a través del Congreso, recogió la agencia de noticias ANSA.(Télam)

 

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El Periodista