Trasladaron al encarcelado opositor ruso Navalny a un hospital de otra prisión

El servicio penitenciario de Rusia trasladó hoy al encarcelado líder opositor Alexey Navalny, en huelga de hambre desde hace unas tres semanas, a un hospital de otra prisión para hacerle un tratamiento con vitaminas.(Télam)

«Una comisión de médicos decidió el traslado de Navalny a una unidad hospitalaria para los condenados que se encuentra en el territorio de la colonia penitenciaria Nº 3», indicó el servicio penitenciario de la región de Vladimir en un comunicado.

«El estado de salud de Navalny se considera satisfactorio actualmente. Es examinado diariamente por un médico terapeuta», agregó.

Según la misma fuente, «con el consentimiento del paciente, se le prescribió una terapia de vitaminas», informó la agencia de noticias AFP.

El estado de salud de Navalny se deterioró en los últimos días, y allegados dijeron que corre el riesgo de graves problemas cardíacos y renales que pueden provocarle la muerte.

Navalny dejó de alimentarse el 31 de marzo en protesta por las malas condiciones de detención y acusó a la administración penitenciaria de impedir el acceso de un médico y medicamentos pese a que sufre una doble hernia de disco, según sus abogados. Sus médicos aseguraron ayer que les impidieron visitarlo. Según él, también fue amenazado con ser alimentado por la fuerza, opción que tienen las autoridades rusas en caso de negarse a alimentarse de un preso.

En este contexto, la Corte Europea de los Derechos del Hombre notificó a Moscú sobre el recurso presentado por Navalny contra su detención en Rusia, abriendo de hecho el juicio sobre su caso, y emplazó al Kremlin a responder antes del 12 de julio próximo.

En el recurso, Navalny afirmó que era sometido a maltratos, en particular mediante privación del sueño, nutrición inadecuada, fuertes presiones psicológicas, abusos verbales y la negación de asistencia médica, según la agencia ANSA.

Los jueces de Estrasburgo quieren saber si las autoridades rusas pueden aducir «un impedimento objetivo» para no haber dado continuidad al pedido de liberación del 16 de febrero.

Además, preguntan si el actual estado de salud de Navalny, las estructuras médicas y los cuidados que recibe son compatibles con su derecho a la vida y a no ser sometido a maltratos, considerando además el «deterioro de la salud, casi letal» que el opositor sufrió tras el envenenamiento de agosto de 2020 «y el impacto que esto tuvo en la salud».

La Unión Europea (UE) se declaró ayer «profundamente preocupada» por la salud de Navalny, y los cancilleres del bloque iniciaron hoy una reunión por videoconferencia para analizar el caso del opositor y las relaciones con Rusia.

Poco antes de abrir esa videoconferencia, el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, responsabilizó directamente «a las autoridades de Rusia por la situación de salud» de Navalny.

Estados Unidos advirtió ayer que habría «consecuencias» para Rusia si Navalny moría en prisión durante su huelga de hambre.

El vocero del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, rechazó de forma enfática los comentarios de funcionarios occidentales.

«No podemos aceptar tales declaraciones por parte de representantes de otros gobiernos. No hacemos seguimiento del estado de salud de los detenidos rusos», dijo.

Navalny regresó a Rusia en enero tras cinco meses de convalecencia en Alemania a raíz de un presunto envenenamiento del que acusa al Kremlin, aunque sin pruebas.

El Gobierno ruso rechaza las acusaciones.

Navalny fue detenido al retornar a Rusia y condenado a dos años y medio de cárcel por un antiguo caso de fraude, que el opositor denuncia como políticamente motivado.

Leonid Volkov, cofundador del partido político de Navalny y su mano derecha, convocó ayer a protestar contra el Gobierno en Moscú y San Petesburgo el próximo miércoles.

Esta manifestación está organizada el mismo día que el discurso del presidente Vladimir Putin ante las dos cámaras del Parlamento, en el que hablará de los «objetivos» para desarrollar Rusia y las elecciones legislativas del otoño próximo.

Una página de Internet creada por la oposición hace unas semanas para que los rusos que deseen manifestarse puedan inscribirse contaba ayer con cerca de 460.000 personas.

De su lado, el Ministerio ruso del Interior advirtió hoy que no permitirá la «desestabilización» y que adoptará «todas las medidas que se hagan necesarias».

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El Periodista