Más de cuatro mil toneladas de salmones muertos en el sur de Chile por algas nocivas
El actual episodio es "completa responsabilidad de la contaminación producida por la salmonicultura y no por el cambio climático, como afirma la industria", sostiene la agrupación ambientalista Greenpeace.
Más de cuatro mil toneladas de salmones muertos fueron reportadas en el sur de Chile, segundo productor mundial de la especie, y los expertos creen que la masiva mortandad esta asociada a la aparición de algas nocivas, un fenómeno que causa la reducción del oxígeno en el agua.
Las 4.244 toneladas de peces muertos se registraron en 8 centros de cultivos del sur de Chile, informó el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
La mortalidad está asociada a la aparición de floraciones algales nocivas (FAN), un fenómeno que provoca una reducción del oxigeno en el agua y con ello la muerte por asfixia de los salmones, según la agencia AFP.
Esto ya ha ocurrido en centros de cultivo que se expanden en las regiones de Los Lagos y Aysén, en el sur del país.
A la fecha, «se ha verificado un número aproximado de 4.244 toneladas de mortalidad en ambas regiones, equivalente al 2,7% del total de la biomasa activa en las áreas afectadas», indicó un comunicado de Sernapesca, que contabiliza 18 centros de cultivos con planes de acción frente a mortalidades masivas, seis de ellos en la región de Los Lagos y 12 en la de Aysén.
Ya se había logrado retirar al 70% de los peces muertos.
Chile es el segundo productor mundial de salmón detrás de Noruega, con cerca del 26% de la oferta global. El año pasado, las exportaciones del país totalizaron 4.382 millones de dólares, con una caída de un 14,6% respecto al año previo, de acuerdo a datos del Consejo del Salmón.
La última gran aparición de algas azotó a la industria local del salmón en 2016.
El actual episodio es «completa responsabilidad de la contaminación producida por la salmonicultura y no por el cambio climático, como afirma la industria», sostiene la agrupación ambientalista Greenpeace.
«Es innegable la influencia de la contaminación producida por la salmonicultura con el desarrollo de este tipo de crisis. Existen evidencias de que la presencia de amonio y urea proveniente de cultivos de salmón en fiordos cerrados o con poca circulación, pueden exacerbar floraciones de la especie detectada», afirmó Mauricio Ceballos, vocero de Greenpeace. (Télam)