Duro golpe para el oficialismo en Bolivia: se encamina a perder las 4 gobernaciones en disputa

Con los escrutinios muy avanzados, los guarismos muestran triunfos de Santos Quispe, de Jallala, en La Paz; de Oscar Montes, de Unidos por Tarija (UxT), en Tarija; de Damián Condorí, de Chuquisaca Somos Todos (CST), en Chuquisaca; y de Regis Ritcher, del Movimiento Tercer Sistema (MTS), en Pando.

El Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia, en el gobierno nacional desde noviembre último, recibió un duro golpe en las segundas vueltas electorales departamentales de ayer al sumar casi seguras derrotas en los cuatro distritos en juego, lo que diseñó un mapa en el que solo controla tres de las nueve gobernaciones y abrió paso ya a anuncios de “evaluaciones” internas de la fuerza.

Con los escrutinios muy avanzados, los guarismos muestran triunfos de Santos Quispe, de Jallala, en La Paz; de Oscar Montes, de Unidos por Tarija (UxT), en Tarija; de Damián Condorí, de Chuquisaca Somos Todos (CST), en Chuquisaca; y de Regis Ritcher, del Movimiento Tercer Sistema (MTS), en Pando.

En tres de esos departamentos (La Paz, Pando y Tarija), el MAS, además, había ganado la primera vuelta sin que los números le alcanzaran para evitar el balotaje.

En marzo, el partido de Evo Morales y del presidente Luis Arce se había quedado con los Gobiernos de Cochabamba (Humberto Sánchez), Oruro (Jhonny Vedia) y Potosí (Jhonny Mamani), y perdido los de Beni (Alejandro Unzueta, MTS) y Santa Cruz (Luis Fernando Camacho, del centroderechista Creemos).

En La Paz –la plaza electoral más preciada de la jornada por población y peso político- el candidato del MAS, Franklin Flores, alcanzaba un 42,29% de los votos, debajo del 57,71% que lograba Quispe, escrutadas el 60,96% de las actas, en lo que parece como una ventaja imposible de descontar.

El oficialismo nacional albergaba temores para con este departamento por algunos datos previos: nunca había necesitado acá una segunda vuelta; perdió en marzo en el vecino El Alto, un bastión histórico, a manos de la extitular del Senado Eva Copa, expulsada del partido, y Quispe es un nombre de peso porque es un aymara hijo de Felipe Quispe, «el Mallku», líder campesino, diputado y candidato a la Presidencia fallecido en enero pasado.

El dirigente Leopoldo Chui, de Jallalla, consideró que la ventaja de Quispe es “abundante”, aunque igualmente dijo que la fuerza esperará el final del cómputo oficial del Tribunal Electoral Departamental (TED).

“La diferencia no es mínima, no es pírrica, o sea poco, sino que es una diferencia abundante que el Tribunal Electoral seguramente estos próximos días va a manifestar formalmente”, dijo Chui, que puso de relieve que Jallalla se constituye “como la primera fuerza política a nivel departamental, también con miras a las elecciones de 2025 y 2026”.

En verdad, Quispe tiene su propio partido, Adelante Pueblo Unido (APU), que selló una alianza con Jallala.

En Tarija, región gasífera del sur del país, el oficialista Álvaro Ruiz acumulaba 43,64% frente al opositor de centroderecha Oscar Montes con 56,36%, escrutado el 76% de las actas. Ruiz reconoció la derrota.

«Toca reconocer la victoria del frente Unidos, al que deseamos éxito en su gestión, porque si les va bien a ellos, le irá bien a Tarija. Lamentamos no haber llegado a la victoria, pero hoy nos toca trabajar desde donde estemos con el mismo compromiso. Vamos hacer la evaluación después”, remarcó Ruiz en conferencia de prensa, según el sitio del diario La Razón.

En tanto, en Chuquisaca, en el sureste del país, Juan Carlos León, del MAS, sumaba el 37,61% de los votos frente al 62,39% del líder quechua Damián Condori tras pasar el 73% escrutado.

Y en el norteño departamento de Pando, el oficialista Miguel Becerra obtenía el 43,84% de los sufragios frente al opositor Regis Richter, un ex MAS ahora en el MTS, que reunía un 56,16%, tras escrutarse más del 88,92% de las actas.

En medio de una nueva ola de la pandemia, el presidente del TSE, Salvador Romero, reconoció hoy una «ligera disminución» en la participación electoral de ayer, «según «datos preliminares».

Pero ese solo dato no alcanzará para analizar los resultados.

A la hora de las evaluaciones generales, la electa alcaldesa de El Alto, Copa, desplazada por el MAS de su candidatura, advirtió que en el oficialismo “existe una cúpula que no deja que esto crezca, no da oportunidades a los nuevos liderazgos”.

“Lamentablemente, esta cúpula del MAS se cree todopoderosa. Pero así no es: la ciudadanía les está demostrando que nada es eterno, que los cargos son pasajeros y que de acuerdo a eso tenemos que empezar a trabajar y poner los pies sobre la tierra”, expresó.

Desde adentro del propio MAS, los jefes del Senado y de Diputados, Andrónico Rodríguez y Freddy Mamani, respectivamente, coincidieron en adelantar una “evaluación profunda” dentro de la fuerza y ajustes en el partido para corregir errores.

“Hemos debido tener algunos errores y, por eso, se va a hacer una evaluación el fin de semana. Eso es lo que estamos viendo. Entre el viernes y el sábado se va a hacer una evaluación a nivel nacional y diremos qué es lo que ha pasado y dónde nos hemos equivocado. En función a eso se harán reajustes en el instrumento político”, señaló Mamani.

Rodríguez juzgó que los resultados de ayer “ameritan una evaluación profunda para corregir los errores que seguramente hemos tenido como Movimiento Al Socialismo”, reseñó el sitio del diario Página Siete.

El titular del Senado dijo además que en las próximas semanas el MAS organizará reuniones ampliadas regionales y departamentales y un plenario nacional, “y en esos encuentros se verá o no la necesidad de cambiar” a la dirigencia regional del partido. (Télam)

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