RSF denuncia a Facebook en Francia por «prácticas comerciales engañosas»
La denuncia fue hecha debido a la proliferación masiva de odio en línea y por información falsa. Se pone así en cuestión la evidente contradicción entre los compromisos frente a los consumidores de la red social y la realidad de su funcionamiento.
Ayer 22 de marzo, RSF ha presentado una denuncia contra Facebook por “prácticas comerciales engañosas” ante el Fiscal de la República en París. Sustentandose en informes judiciales, en diversos testimonios y manifestaciones de ex empleados de la empresa, RSF demuestra que los compromisos de la compañía californiana con los consumidores se basan en gran medida en afirmaciones falsas. Facebook permite que se difundan la desinformación y el discurso de odio (en general y contra los periodistas), lo que contradice sus términos de uso y sus campañas publicitarias.
Para denunciar un fenómeno generalizado a escala planetaria, RSF ha optado por presentar una denuncia en Francia, donde la legislación de los consumidores es especialmente adecuada. Facebook tiene un número significativo de consumidores en el país: 38 millones de usuarios, de los que 24 millones son usuarios únicos diarios. Dado que las condiciones del servicio de Facebook son las mismas en todo el planeta, un fallo judicial en Francia sobre su naturaleza engañosa podría tener un impacto global. RSF también está estudiando presentar denuncias similares en otros países.
La denuncia se dirige formalmente a las empresas Facebook Francia y Facebook Irlanda. Según los artículos L121-2 a L121-5 del Código de los Consumidores, se considera engañosa una práctica comercial que «se basa en afirmaciones, indicaciones o representaciones falsas o engañosas«, sobre todo en relación con «las características esenciales del bien o servicio» o «al alcance de los compromisos del anunciante«. Un delito de este tipo se sanciona con una multa que puede aumentarse hasta el 10% de la facturación media anual (art. L132-2 del Código de los Consumidores).
En sus condiciones generales de uso, Facebook se compromete a actuar con diligencia «para mantener un entorno seguro y libre de errores«. La empresa dice que prohíbe compartir contenidos “ilegales, engañosos, discriminatorios o fraudulentos«. En sus normas comunitarias, Facebook asegura tomarse muy en serio la responsabilidad de “disminuir la difusión de noticias falsas«. En una campaña publicitaria difundida en prensa a principios de 2021, Facebook se jacta además de actuar para ofrecer «informaciones exactas en tiempo real, para luchar mejor contra la pandemia«. La empresa explica que colabora con gobiernos y organizaciones internacionales “para compartir información confiable sobre la COVID-19”.
La realidad es muy diferente. First Draft, un proyecto contra la desinformación en línea fundado en 2015, estableció recientemente que, para las comunidades francófonas, Facebook es el principal semillero de teorías de la conspiración sobre las vacunas. Durante el último trimestre de 2020, la German Marshall Fund (GMF) registró en Facebook 1.200 millones de interacciones con webs engañosas. En un estudio publicado en 2020, también se señalaba a Facebook nombró a Facebook como la plataforma de redes sociales «menos segura». Los elementos que RSF proporciona para sustentar su denuncia confirman la magnitud del fenómeno y ofrecen ejemplos emblemáticos.
En lo que se refiere a la lucha contra el discurso de odio en internet, RSF proporciona dos informes judiciales (de 80 y 73 páginas, respectivamente). El primero se refiere a la página de Facebook de Charlie Hebdo, y en particular a la publicación del número “Tout ça pour ça”, que salió en septiembre de 2020 coincidiendo con la apertura del juicio por la matanza en la redacción de la revista perpetrada en enero de 2015. RSF contabilizó decenas de comentarios que insultaban, amenazaban o pedían violencia contra la publicación y sus periodistas.
El segundo documento trata de los comentarios de odio y amenazas contra periodistas del programa Quotidien, publicados en páginas públicas, y de los comentarios amenazantes hacia el diario regional L’Union, uno de cuyos fotógrafos fue agredido brutalmente en febrero de 2021. El periódico aporta su testimonio para dar fe de la violencia verbal que sus periodistas afrontan en Facebook de forma regular.
Con respecto a la desinformación, RSF aporta dos informes judiciales realizados en diciembre de 2020 (de 478 y 86 páginas, respectivamente) que muestran la facilidad de acceso a una serie de contenidos de desinformación sobre la Covid, con una difusión considerable, y que Facebook no ha calificado como tales. Por ejemplo, cinco posts diferentes del video conspiracionista Hold up -solo cinco entre la enorme oferta disponible en la red social-, fueron vistos más de 4,5 millones de veces en dos meses.
Otra película engañosa sobre la Covid titulada Manigances-19, que según el análisis de AFP también contiene numerosos bulos, fue vista una media de casi 4.000 veces al día durante dos meses. La denuncia también destaca otro ejemplo que ha estado al alcance de cerca de 400.000 usuarios: una publicación que enlaza con un video titulado Claire Edwards, miembro de la ONU, denuncia el genocidio planeado de la Covid-19 (Censurado).