Murió matriarca de la familia keniana de Barack Obama
Sarah Obama falleció a los 99 años por las secuelas de un derrame cerebral que tuvo el septiembre pasado.
Sarah Obama, la anciana keniana a quien el expresidente estadounidense Barack Obama consideraba su abuela, falleció hoy a los 99 años en un hospital de Kisumu, en el oeste de Kenia, informó su hija.
«Se fue con Dios. Falleció esta mañana», declaró su hija Marsat Onyango.
Sarah Obama se encontraba internada en el Jaramogi Oginga Odinga Teaching and Referal Hospital de Kisumu, precisó Onyango, sin indiciar la razón de su hospitalización, informó la agencia de noticias AFP.
«Mamá estaba enferma con enfermedades normales, no murió de Covid-19», aclaró un portavoz de la familia, el jeque Musa Ismail, quien agregó que había dado negativo en la prueba de la enfermedad.
Barack Obama fue informado de la muerte y envió sus condolencias, dijo.
Será enterrada mañana antes del mediodía y el funeral se llevará a cabo bajo ritos islámicos.
Nacida en 1922 cerca del lago Victoria, Sarah Obama, conocida como «Mama Sarah», fue la tercera esposa de Husein Onyango Obama, abuelo paterno del exmandatario estadounidense, un excombatiente del ejército británico en Myanmar que murió en 1975.
Si bien no existe un lazo consanguíneo entre Sarah y Barack Obama, el expresidente comentó a menudo que la consideraba como su abuela y la visitó en varias ocasiones.
En Kenia, «Mama Sarah» se convirtió en toda una estrella cuando en 2006 la visitó su nieto, que entonces era senador por el estado de Illinois.
Después de ser elegido presidente en 2008, la modesta vivienda de Sarah en el pueblo de Kogelo, unos 500 kilómetros al noroeste de Nairobi y cerca de la frontera con Uganda, se transformó en un destino turístico, protegido por personal de seguridad y alambradas.
En su viaje presidencial a Kenia en 2015, Barack Obama se reunió con ella y su familia en Nairobi.
En 2018, cuando ya era expresidente, también la visitó, esta vez en Kogelo.
Durante décadas, Sarah Obama ayudó a los huérfanos, criando a algunos en su casa.
A través de la Fundación «Mama Sara», la mujer ayudó a proporcionar alimentos y educación a los niños que perdieron a sus padres, proveyéndolos de útiles escolares, uniformes, necesidades médicas básicas y cuotas escolares.
En reconocimiento a su trabajo para apoyar la educación, fue honrada por las Naciones Unidas en 2014, recibiendo el premio inaugural del Día del Emprendimiento de la Mujer a la Pionera en Educación.