Juez suspendió el comienzo del juicio por la muerte de George Floyd en EEUU

Peter Cahill dijo que no tenía competencia para decidir sobre ese cargo adicional contra el expolicía Dereck Chauvin, aunque señaló que las afirmaciones de la acusación de que esto impactará en todo el caso no eran muy consistentes

El juez a cargo del juicio contra un expolicía acusado de la brutal muerte del afroestadounidense George Floyd retrasó hoy el inicio del proceso al menos un día mientras otro tribunal decide un recurso de la acusación para que se sume un cargo de asesinato en tercer grado contra el imputado.

El proceso debía comenzar hoy con la selección del jurado, pero el juez Peter Cahill dijo que no tenía competencia para decidir sobre ese cargo adicional contra el expolicía Dereck Chauvin, aunque señaló que las afirmaciones de la acusación de que esto impactará en todo el caso no eran muy consistentes.

Chauvin, de 44 años, está acusado de asesinato en segundo grado y de homicidio involuntario por la muerte de Floyd, de 46 años, el 25 de mayo pasado en la norteña ciudad de Minneapolis, en el estado Minnesota.

El afroestadounidense murió asfixiado después de que Chauvin lo inmovilizara apretándole la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, un hecho que fue filmado y cuya exhibición en redes sociales y medios de comunicación desató una ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policiales en Estados Unidos y el mundo.

Expertos legales dijeron que si Chauvin es acusado también de asesinato en tercer grado es más probable que sea hallado culpable y condenado.

«Los posibles jurados están aquí, pero seamos realistas, esto no va a comenzar antes de mañana», dijo el magistrado, según la agencia de noticias AFP.

«Por lo que, salvo objeción de alguna de las partes, voy a liberar a los jurados y comenzar todo mañana con la selección», agregó.

Floyd fue detenido el 25 de mayo de 2020 por un grupo de policías blancos frente a un almacén en Minneapolis. El dueño del negocio lo había acusado de pagar con un billete falso de 20 dólares.

Chauvin lo tumbó en el suelo boca abajo y lo inmovilizó arrodillándose sobre su cuello, pese a que Floyd rogaba que le permitiera respirar y hasta gritó pidiendo por su madre en la desesperación.

Chauvin, un policía con 19 años de experiencia, ignoró las súplicas, y los otros policías que lo rodeaban, también blancos, no hicieron nada.

El episodio generó la creación del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan), que comenzó a convocar a protestas en todo el país contra el racismo y el accionar policial.

Estas crecieron hasta convertirse en uno de los principales temas de la campaña electoral y de la agenda política diaria del país, con el hoy presidente demócrata Joe Biden en tono de repudio y el ya exmandatario republicano Donald Trump en una postura mucho más contemplativa.

La polarización forzó incluso a Biden a hacer promesas concretas para reformar la policía, terminar con la supresión del voto y otros ejemplos de lo que reconoció como un «racismo estructural».

La Oficina del Fiscal General de Minnesota convocó a Neal Katyal, un ex procurador general interino que litigó ante la Corte Suprema, para ayudar a la Fiscalía con la acusación a Chauvin.

Katyal ya describió el juicio como un «caso criminal histórico, uno de los más importantes en la historia» de Estados Unidos.

El juicio podría ser largo, pero no hay duda de que el veredicto será esperado y podría provocar nuevas protestas de uno y otro lado. Solo un fallo unánime de los 12 miembros del jurado puede poner tras las rejas a Chauvin.

Los otros tres policías involucrados en la detención de Floyd son Alexander Kueng, Thomas Lane y Tou Thao, y aunque todos fueron despedidos de la fuerza, enfrentarán cargos menores y serán juzgados por separado.

El comienzo del proceso judicial fue anticipado ayer en Minneapolis con una manifestación en la que miles de personas marcharon detrás de un ataúd blanco cubierto de rosas rojas para exigir «justicia».

La multitud, muy diversa, permaneció mayoritariamente en silencio, al que solo rompió para gritar «¡Si no hay justicia, no hay paz!», mientras una pancarta reproducía las últimas palabras de Floyd: «No puedo respirar».

El tío de Floyd, Selwyn Jones, dijo hoy que clamará por justicia, pero que más le preocupa «el sistema» judicial.

«Obviamente quiero una condena, pero sobre todo que que prevalezca la justicia; me preocupa el sistema», subrayó Jones, tío materno de Floyd.

«Si hay una absolución, el mundo entero se va a desgarrar; odio los disturbios, pero a veces es la única manera de que la gente entienda; por casualidad, la muerte de mi sobrino tuvo que producirse en medio de una pandemia, con todo el mundo teniendo esa oportunidad de ver cómo es el racismo», completó.

Fuente: Télam

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