Bosques y necesidad de un Servicio Nacional Forestal

Por Senadora Carmen Gloria Aravena

En el marco del Día Internacional de los Bosques, conmemorado recientemente, es primordial recordar el rol de estos ecosistemas y relevar su papel ambiental y su importancia para la economía de Chile, además de la necesidad de contar con una nueva institucionalidad pública descentralizada.

Los bosques cubren una superficie de 17,66 millones de hectáreas de nuestro país, lo que representa el 23,3% del territorio nacional. De esto, aproximadamente 14,41 millones de hectáreas son nativos y 3,08 millones de hectáreas corresponden a plantaciones forestales.

En materia medioambiental, los bosques cumplen una función relevante, pues la capacidad de capturar dióxido de carbono es estratégica en el combate del cambio climático. Nuestro país representa un 0.26% de la emisión global de dióxido de carbono, pero absorbemos más del 60% de lo que emitimos, de los cuales un 95% es captado por el sector forestal.

Los bosques, además, juegan un papel relevante en materia económica, siendo la industria forestal nuestra segunda actividad en importancia de materia de exportación, después de la minería. Además, el sector forestal representa el 2,1% del PIB nacional y el 5% del total de empleos en Chile, generando más de 300 mil empleos directos e indirectos.

Sin embargo, nuestros bosques enfrentan una amenaza constante producto del actuar inconsciente del ser humano. En promedio, en Chile ocurren 8 mil incendios forestales, de los cuales el 99,8% es por causas humanas y el 41% tiene carácter intencional.

Ante esta preocupante realidad, urge continuar con la tramitación del proyecto de ley que crea el Servicio Nacional Forestal (SERNAFOR), pues la moción iniciada en abril de 2017 -que hoy se encuentra en su segundo trámite constitucional en la Comisión unida de Agricultura, Medio Ambiente y Bienes Nacionales

del Senado- busca establecer una institucionalidad pública forestal descentralizada, que sea capaz de implementar los instrumentos de política forestal hacia un desarrollo sectorial sostenible.

Esta nueva institucionalidad permitirá, además, destrabar la agenda legislativa forestal en el sentido de contar con leyes de fomento y recuperación de nuestro bosque nativo, contar con una nueva ley de incendios forestales, el desarrollo de programas de restauración de suelos, aguas y biodiversidad que el país requiere, y al mismo tiempo, responder a los acuerdos internacionales de fijación de carbono, comprometidos por el Estado de Chile.

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El Periodista