Lorena Jaume-Palasi: «El pensamiento occidental deja fuera la ética»
La experta en Inteligencia Artificial y en Filosofía del Derecho realizó una exposición sobre la colonialidad normativa y sus problemáticas a la hora de pensar e implementar Inteligencia Artificial en las sociedades.
Lorena Jaume-Palasí, experta en Inteligencia Artificial y en Filosofía del Derecho, realizó una exposición sobre el colonialismo normativo y relacionó la ética, el derecho y los algoritmos en el XII Encuentro Sociedad y Tecnologías de la Información.
Para la experta las conversaciones éticas y legales algorítmicas están altamente dominadas por ideologías y corrientes normativas occidentales. «El pensamiento occidental ha permeado en la academia y en la epistemología de todos los continentes», aseguró Jaume-Palasí.
«Lo que quiero hacer ahora es hablarles sobre las problemáticas que la occidentalización conlleva», comienza relatando la miembro del Consejo de Sabios sobre Inteligencia Artificial y Big Data de España y asegura que el primer problema nace con el pensamiento mecanicista en la edad media del continente europeo.
«Acá se concibe al mundo como una máquina. Este pensamiento se basa en la compartimentalización de todo el contexto social con las explicaciones del mundo y de la naturaleza. O sea, si observamos un problema en una sola parte, este lo podemos procesar y a partir de él se puede explicar el mundo», da cuenta la experta española.
Asimismo, Jaume-Palasí, asegura que este pensamiento mecanicista es formulado de manera mucho más explicita en el pensamiento cartesiano, donde el hombre se concibe como ente autónomo y puramente racional y se distingue del resto del mundo. Esta idea es retomada por Leibniz cuando señala que se debe externalizar el pensamiento humano a las máquinas.
Uno de los críticos de este pensamiento es el historiador africano Achille Mbembe quien hace una relación entre la explotación colonialista y el humanismo. «Es decir, cómo el humanismo no entra antes de la explotación colonial, sino que surge a partir de ella como forma de cientificación del proyecto de explotación», aclara la experta. «Genera una forma de racionalización y una justificación intelectual de la explotación de otros continentes y de otras etnicidades», continúa Jaume-Palasí.
Para la experta en IA esta racionalización y cientificación suceden con la creación de un determinado lenguaje que tiene como característica el condicionamiento lingüístico y la deshumanización de los explotados con el uso de semánticas determinadas que generan un impacto en la composición jerárquica racial de una sociedad. «Sirve para deshumanizar todo lo que no sea de raza blanca, y aunque no tenga una base científica, se utiliza dentro de un contexto para justificar la racionalidad de la jerarquía de la raza blanca», enfatiza.
Asimismo, el colonialismo normativo trae como problema el individualismo metodológico y el esencialismo, donde la cultura occidental deja de lado la ética. «Para definir qué se tiene que hacer en una sociedad, primero se tiene que definir qué es el hombre para luego justificar el tipo de constitución que sea necesaria. Esto es problemático porque no hay suficientes categorías en el mundo para meter la diversidad de seres humanos existentes», critica Jaume-Palasí.
Entonces el impacto que está generando el pensamiento occidental en las tecnologías es que no considera a la sociedad como un conjunto, sino que como una suma de individuos. «Las leyes que tenemos son leyes a nivel sistemático dogmático para individuos y no para sociedades. Esto conlleva a diferentes problemas en cuanto a lo legal frente a la regulación de sistemas algorítmicos, puesto que siempre estamos hablando de normas legales de una cultura determinada, la occidental, hacia contextos culturales totalmente diferentes sin tomar en cuenta sus necesidades, costumbres y cosmovisiones», concluye la experta.
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