Casi el 50% de los chilenos cree que su salud mental ha empeorado durante pandemia
El estudio "Vida en Pandemia", fue realizado por académicos de la Universidad de Chile y analiza el impacto de la crisis sanitaria en nuestro país.
Uno de los tantos efectos que ha dejado la crisis sanitaria son las consecuencias económicas relacionadas con el aislamiento y otras medidas sociales utilizadas para contener la propagación del COVID-19. Este es uno de los aspectos estudiados por “Vida en Pandemia”, estudio longitudinal realizado por la Universidad de Chile sobre el impacto de la crisis sanitaria en la población chilena.
En su sexto informe señaló que, debido al confinamiento, se observa una evidente crisis de la salud mental, pero también se puede explicar por la fragilidad económica que presenta la población y la respuesta insuficiente del Gobierno.
La encuesta reveló que un 22% afirma haber perdido su trabajo desde el inicio de la pandemia; 29% cree probable o muy probable quedar desempleados en los próximos tres meses; 42% piensa que es probable o muy probable que la deuda del hogar aumente; y un 43% sostiene que es probable o muy probable que el ingreso del hogar se reduzca en el mismo lapso.
Frente a este escenario, el 47% de los encuestados dice además que su bienestar o salud mental ha empeorado. Situación similar a la que ocurre ante la pregunta por el estado de ánimo en las últimas dos semanas, donde el 32% señala que se ha sentido desanimado o muy desanimado.
El desglose por rango etario muestra que sólo 25% de los mayores de 50 años se sienten desanimadas/os o muy desanimadas/os, a diferencia del 35% de los más jóvenes. Además, el indicador sobre deterioro del estado de ánimo llega a 35% en las personas con dificultades para comprar artículos básicos y a 36% entre quienes tienen problemas para pagar medicamentos y/o mensualidades escolares. También se observa una diferencia importante según modalidad de trabajo, ya que solo un 14% de quienes volvieron a trabajar de forma presencial reporta tener peor estado de ánimo, mientras que un 27% de quienes han continuado sus labores desde el hogar indica que su estado de ánimo ha empeorado.
El informe además identificó que los grupos más afectados en materia de empleo son los segmentos más pobres y los hombres jóvenes, quienes señalan haber perdido su trabajo durante este período en un 34% y 40%, respectivamente.
Fabián Duarte, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. de Chile, director del Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC) y uno de los investigadores de este estudio, señala que la magnitud del impacto de esta crisis se relaciona directamente con el nivel de fragilidad financiera y con la capacidad del Estado de proporcionar una red de apoyo que contenga la incertidumbre.
“Los grupos de menores ingresos y los más jóvenes aparecen como los más afectados en los distintos indicadores. Esta situación muestra que la población chilena pasa por un momento crítico en cuanto a sus expectativas económicas, lo que puede gatillar varios otros problemas, desde agravar la situación de salud mental, hasta nuevas muestras de descontento social. Por esa razón, es clave que las autoridades consideren estos resultados para anticipar escenarios de futuras crisis”, señala.
El académico explica que “las familias chilenas no visualizan una pronta recuperación, pues la percepción del futuro es pesimista, frágil y llena de incertidumbre. Esta fragilidad e incertidumbre económica repercute en el estado de ánimo de las personas y dificulta una recuperación del bienestar mental. Por todas estas razones, es fundamental que futuras políticas de corto plazo puedan corregir las incertidumbres y que las políticas de largo plazo se hagan cargo del deterioro de la salud mental”. Sin embargo, agrega, “la vacunación será de gran ayuda, permitirá reactivar la economía, abrir las escuelas y seguramente entregará un alivio a las personas, lo que tendrá repercusiones en su estado de ánimo y en la salud mental en general.”