Vicepresidente Pence rechaza pedido del Congreso de destituir a Trump
Antes de que la mayoría demócrata de la cámara baja del Congreso de Estados Unidos apruebe la resolución con un pedido formal, el vicepresidente Mike Pence dejó hoy en claro en una carta que no invocará la 25ta enmienda constitucional para destituir al presidente Donald Trump a solo días del fin de su mandato.
«No creo que ese curso de acción responda al interés de nuestra nación o sea consistente con nuestra Constitución», argumentó Pence en una carta que envió a la titular de la Cámara de Representantes, la líder demócrata Nancy Pelosi, según la agencia de noticias AFP.
Poco antes de conocerse la carta y cuando la aprobación de la resolución con el pedido a Pence era inminente en el pleno, la número dos de la cámara, Katherine Clark, había hecho un último intento de convencer al vicepresidente ante las cámaras de televisión.
«Le pedimos una vez más a Mike Pence que asuma su obligación constitucional, invoque la 25ta enmienda constitucional y remueva al presidente porque es la manera más rápida de expulsarlo de la Presidencia», afirmó la congresista por Massachusetts, en diálogo con el canal CNN.
Mientras hablaba, en el recinto el pleno se preparaba para votar el pedido a Pence y al gabinete.
Según el artículo cuarto de la enmienda constitucional, si el vicepresidente y una mayoría de los principales funcionarios del Poder Ejecutivo o de otro cuerpo como el Congreso transmiten al presidente pro tempore del Senado y a su par de la cámara baja una declaración escrita que establece que el presidente no está en condiciones de ejercer sus poderes y ocupar su cargo, el vicepresidente asumirá los poderes.
Tras la votación, Pence tenía 24 horas para responder, pero ese plazo finalmente no fue necesario, por lo que anoche los demócratas ya empezaron a preparar todo para iniciar mañana el debate sobre la apertura de un segundo juicio político contra Trump, como ya había advertido Pelosi.
Pese a la determinación demócrata de removerlo del cargo en sus últimos días de mandato, Trump, se mostró hoy confiado y dijo que hay «cero» posibilidad de que su Gobierno lo obligue a dejar anticipadamente la Presidencia de este modo.
«La 25ta. enmienda es de cero riesgo para mí», enfatizó, desde Alamo, Texas, donde visitó por última vez como presidente el muro fronterizo con México, un símbolo de su política migratoria.
Trump no solo se mostró confiado en su vicepresidente, sino que además lanzó una advertencia a quien será su sucesor, el presidente electo y líder demócrata Joe Biden.
Los intentos opositores por invocar la enmienda constitucional «acechará a su Gobierno. Como dice la expresión, tengan cuidado con lo que desean», aseguró el mandatario saliente.
Como explicó Pelosi en las últimas horas, en caso de una negativa de Pence, mañana la Cámara de Representantes comenzará a debatir la acusación de juicio político contra Trump por «incitación a la insurrección», vía por la que se convertirá en el primer presidente de la historia en ser acusado dos veces, y en un lapso de 13 meses.
La acusación menciona las repetidas denuncias falsas de Trump de fraude en las elecciones de noviembre pasado y el discurso que dio a sus partidarios el miércoles último incitándolos a marchar al Congreso cuando éste certificaba su derrota en las urnas.
Asimismo, establece que Trump puso en peligro la seguridad de Estados Unidos y sus instituciones y que seguirá siendo una amenaza para la Constitución y la democracia del país si se le permite continuar en el cargo, pese a que apenas quedan ocho días para la asunción del presidente electo, el demócrata Joe Biden.
«Vamos a demostrar de manera inequívoca que el lenguaje del presidente, las declaraciones que hizo, la promoción de la gran mentira hicieron que la violencia en el Capitolio fuera inevitable», dijo hoy uno de los coautores de la acusación, el congresista demócrata David Cicilline.
Por su parte, el fiscal general interino, Michael Sherwin, informó que ya se cursaron acusaciones para más de 70 personas y se abrieron más de 170 expedientes, durante una conferencia de prensa.
«Mientras estamos sentados aquí literalmente días después de que este evento ocurriera, ya hemos abierto más de 170 expedientes, lo que significa que estas personas han sido identificadas como potenciales personas que cometieron delitos en los terrenos del Capitolio dentro y fuera del edifico», expresó Sherwin, citado por la agencia Sputnik.
El general de más alto rango del país, Mark Milley, y todo el Estado Mayor Conjunto, compuesto por los jefes de cada fuerza, condenaron los incidentes del miércoles en el Capitolio y recordaron su obligación de apoyar y defender la Constitución y rechazar el extremismo.
«Cualquier acto que interrumpa el proceso constitucional no solo va en contra de nuestras tradiciones, valores y juramentos; es contra la ley», dice la declaración publicada hoy y en la que también se hizo referencia al acto de posesión de Biden, quien «tomará posesión y se convertirá en nuestro 46to. comandante en jefe».
El documento de las Fuerzas Armadas se difundió luego de que ayer el FBI advirtiera de potenciales «protestas armadas» en Washington y en numerosos estados del país por parte de seguidores de Trump el día de la asunción de Biden, el 20 de este mes, lo que derivó en la decisión de cerrar al público el capitalino Monumento a Washington por temor a disturbios.
Realzando la naturaleza agorera de la advertencia del FBI, el secretario de Seguridad Interior en funciones, Chad Wolf, jefe de todas las fuerzas de seguridad federales no militares, renunció ayer de manera abrupta.
Trump ya fue sometido a un juicio político en el Congreso.
Dominada por los demócratas, la Cámara de Representantes lo acusó de presionar al Gobierno de Ucrania para que investigara a Biden en diciembre de 2019.
En un proceso rápido y que nunca tuvo chances de triunfar, fue absuelto por el Senado, de mayoría republicana a inicios de 2020.
A diferencia de ese juicio político, esta vez los tiempos serán más rápidos y se espera que no haya una larga investigación ni extensas audiencias públicas con testigos.
Solo así la cámara baja podría aprobar la acusación esta misma semana, como se proponen Pelosi y los demócratas.