Una jura sin multitudes, pero con banderas, poesía, Lady Gaga y Jennifer López

Sin festejos masivos en las calles y prácticamente ninguna de las tradicionales ceremonias que suelen rodear un recambio presidencial, Joe Biden juró hoy su cargo con una instalación artística de miles de banderas en vez de ciudadanos en el centro de Washington, la popular Lady Gaga a cargo de cantar el himno nacional y un desfile virtual que reemplazó la procesión desde el Capitolio a la Casa Blanca.(Télam)

Dos elementos alimentaron el carácter absolutamente inédito del acto de relevo del jefe de la Casa Blanca: la pandemia de coronavirus, por la que Estados Unidos tiene cientos de miles de muertos, y las amenazas de grupos de ultraderecha que amagaban con empañar los actos.

Ante esta última posibilidad Washington fue hoy prácticamente una ciudad fortificada, y 25.000 miembros de la Guardia Nacional garantizaron la seguridad de la jornada.

La gran explanada del National Mall, que une al monumento a Abraham Lincoln con el Capitolio, fue históricamente el punto de reunión de los ciudadanos para ver en directo la jura de sus presidentes, pero hoy las autoridades cerraron los accesos al público.

La marea humana fue reemplazada por eso por una enorme instalación artística, denominada Campo de Banderas, con unos 191.500 pabellones estadounidenses iluminados por 56 focos en representación de todos los estados y territorios del país.

Por ese efecto lumínico el National Mall parecía repleto, aunque en realidad fueron pocos los invitados que asistieron a la ceremonia de investidura.

Entre esos pocos elegidos estuvieron, claro, los miembros del Congreso y del Gobierno, así como los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, acompañados de sus esposas, y el vicepresidente saliente Mike Pence.

También algunas familias víctimas del racismo y la brutalidad policial, como la de Jacob Blake y la tía de Breonna Taylor.

Un muy antiguo ejemplar de la Biblia, en poder de su familia desde fines del siglo XIX, fue el elegido por Biden para la jura, y el sacerdote jesuita Leo O’Donovan, conocido del mandatario, estuvo a cargo de la oración inaugural.

Los honores a la bandera le correspondieron a Andrea Hall, una jefa de bomberos de la ciudad de South Fulton, Georgia, y el himno fue para Lady Gaga.

Vestida de azul oscuro y rojo, con guantes negros, la estrella del pop dividió aplausos con otra figura de la canción, Jennifer López, quien había cantado antes «This land is your land» (Esta tierra es tu tierra).

Portorriqueña pero criada en el Bronx de Nueva York, López –pelo atado, pantalón y blusa blanca- cantó luego «America the Beautiful», y al final gritó en español: «¡Una nación bajo Dios, indivisible, con unidad y justicia para todos!».

No fue la única presencia hispana en la ceremonia porque, minutos antes, más sobria por su toga negra hasta el piso, la jueza de la Suprema Corte Sonia Sotomayor había tomado el juramento a Kamala Harris, la primera vicepresidenta negra y de origen indio de Estados Unidos.

Un momento muy especial se vivió cuando la poeta Amanda Gorman, una afrodescendiente de apenas 22 años, leyó «La colina que trepamos», un texto que paseó por imágenes ásperas y triunfantes. “Incluso mientras lloramos, crecimos”, expresó Gorman.

Nacida y residente en Los Ángeles, Gorman, la primera Poeta Juvenil Laureada Nacional del país, había anticipado la semana pasada que planeaba un mensaje que combinara la esperanza de la asunción con «la evidencia de discordia y división» que veía.

La habitual inspección de tropas del flamante presidente fue esta vez un desfile virtual con representantes de todo el país.

No hubo este año el baile inaugural, ya que el centro de convenciones donde solía hacerse fue reconvertido en un hospital de campaña para atender el brote de Covid-19.

El encuentro fue reemplazado por un evento virtual: un especial televisivo de 90 minutos que presentó el actor Tom Hanks, y del que participaron varias celebridades, con actuaciones de Justin Timberlake, Bruce Springsteen, Bon Jovi y Demi Lovato, entre otros.

La ausencia de ciudadanos de a pie en la asunción del jefe número 46 de la Casa Blanca también realzó el uso de las redes sociales, que multiplicaron los mensajes sobre los actos, los discursos, los números musicales y hasta la vestimenta de los funcionarios.

Obvio, también cuentas oficiales del mandatario, su vice y la Casa Blanca experimentaron un traspaso de titularidad.

«No hay tiempo que perder cuando se trata de abordar las crisis a las que nos enfrentamos. Es por eso que hoy me dirijo a la Oficina Oval para poner manos a la obra y ofrecer acciones audaces y alivio inmediato para las familias estadounidenses», fue el primer tuit de Biden en su cuenta oficial @POTUS (presidente de Estados Unidos por sus siglas en inglés).

Un rato antes, fue Obama el que buscó mostrar cercanía con el nuevo presidente: “¡Felicitaciones a mi amigo, el presidente Joe Biden! Es tu momento”, escribió el exmandatario, con una foto en la que ambos caminan de espaldas, abrazados.

Después vendría el discurso y la jura de Biden. Para entonces, la llovizna ya había desaparecido y hasta había algo de sol, en una jornada ventosa.

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El Periodista