Dos legisladores demócratas pidieron al FBI a que investigue a Trump por delitos electorales
Ted Lieu y Kathleen Rice, legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, instaron hoy al director del FBI, Christopher Wray, a abrir una investigación criminal sobre la conspiración del presidente Donald Trump para cometer delitos electorales durante una reciente llamada telefónica con el secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, revelada ayer por el diario Washington Post.
«Creemos que Donald Trump se involucró en la solicitación o la conspiración para cometer una serie de delitos electorales; le pedimos que abra una investigación criminal inmediata sobre el presidente», expresan los legisladores en una carta.
Lieu y Rice dijeron «ahora está a la vista» la evidencia de que Trump estaba tratando de solicitar fraude electoral en violación de la ley federal de Estados Unidos y la ley estatal de Georgia, según cita la agencia de noticias Sputnik.
Ayer, el influyente diario The Washington Post publicó una grabación filtrada de la llamada del 2 de enero entre Trump y Raffensperger.
Trump dijo durante la llamada que ganó en Georgia por cientos de miles de votos, pero que no necesitaba probar todo el fraude electoral y le pidió a Raffenserger que «encontrara» 11.780 votos para afirmar su victoria.
Según la transcripción, Trump criticó a Raffensperger y advirtió que el fraude electoral, al que el presidente culpa de su derrota, es un delito penal, y sugirió al funcionario de Georgia que «no puede permitir que eso suceda».
Durante la extensa conversación, por momentos un monólogo de Trump, el todavía presidente presiona al secretario de Estado de Georgia para que vuelva a calcular el voto a su favor.
Primero Trump elogió a Raffensperger, como una introducción a pedirle que actúe para revertir el resultado. Pero ante la negativa del funcionario lo amenazó con llevarlo ante la Justicia y presentar cargos criminales en su contra, al mismo tiempo que le avisó de que estaba corriendo un «gran riesgo» al no aceptar sus peticiones.
«La gente de Georgia está enfadada, la gente del país está enfadada (…) Y no hay nada malo en decir, ¿sabes? Creo que te han fallado los cálculos», se oye decir a Trump en una de las grabaciones del Post.
Ante ello, Raffensperger respondió: «Bueno, señor presidente, el desafío que usted tiene es que sus datos están mal».
El propio Trump admitió ayer en su cuenta personal de Twitter que habló con Raffensperger el sábado y trató cuestiones como el resultado en el condado de Fulton o «el fraude en la votación en Georgia».
«Ayer hablé con el secretario de estado Brad Raffensperger sobre el condado de Fulton y el fraude electoral en Georgia; no quiso, o no pudo, responder preguntas como la estafa de ‘papeletas debajo de la mesa’, destrucción de papeletas, ‘votantes’ de otros estados, votantes muertos y más. ¡No tiene ni idea!», escribió el mandatario saliente.
Raffensperger respondió también mediante Twitter: «Con todo el respeto, presidente Trump: lo que está usted diciendo no es cierto; la verdad saldrá a la luz».
Desde la oficina de Raffensperger recordaron que la investigación de las elecciones no ha deparado ningún caso de votantes no registrados, aunque sí hay «un puñado» de presuntos casos de votos en nombre de personas difuntas.
Georgia, un estado tradicionalmente republicano, ya ha contado sus votos tres veces, refiriendo siempre que el demócrata Joe Biden venció a Trump por 11.779 votos y se quedó con los 16 electores en el Colegio Electoral, el órgano encargado de elegir al presidente.
Por esta razón es que Trump le reclamó a Raffensperger conseguir 11.780 votos, uno más.
En diciembre, las autoridades de Georgia certificaron la victoria de Biden, que fue el primer demócrata en ganar en ese estado desde que en 1992 lo hiciera Bill Clinton (1993-2001); y, durante semanas, han tenido que soportar las presiones del mandatario, que no reconoce su derrota al alegar sin pruebas que hubo fraude.
La Casa Blanca declinó hacer comentarios sobre difusión de esa grabación, que suscitó indignación en Washington.