Cerezas chilenas: exportadores luchan contra «fake news» en China que afecta sus ventas

Santiago, 29 ene (Sputnik).- Un enero para el olvido tuvieron los exportadores chilenos de cerezas. Justo cuando se preparaban para enviar un enorme cargamento a China para abastecer los millones de kilos que los asiáticos consumen durante su fiesta de Año Nuevo (12 de febrero), se viralizó un rumor de que causó una enorme merma en las ventas.

Los usuarios de redes sociales chinas compartieron una publicación sin fuentes oficiales diciendo que las cerezas chilenas que llegaban a China tenían trazas de covid-19. La situación generó una repentina desconfianza entre los consumidores chinos de este fruto. Algo no menor considerando que Chile maneja el 95 por ciento del mercado de las cerezas en el país asiático y a su vez, China representa el 93% del consumo de este producto chileno a nivel mundial.

Los precios de venta cayeron 59% en los mercados mayoristas y en la venta por local la cereza chilena bajó hasta en 70 por ciento. Más de 190 millones de kilos aún están en sus cajas sin poder ser vendidos, lo que equivale a 1.200 millones de dólares.

En la provincia de Zhejaing, en el este de China, los precios de la cereza chilena que antes se vendía a 60 yuanes por kilo (9 dólares), actualmente por ellas no se está pagando más de 16 yuanes (2 dólares).

La situación escaló incluso hasta el Gobierno chileno, que estableció una mesa de trabajo con autoridades y empresarios encabezada por el canciller Andrés Allamand para abordar de emergencia el tema, agendando una serie de reuniones y gestiones para destrabar el problema.

El génesis de redes

El 21 de enero surgió un rumor en la red social china Weibo de que una caja de cerezas chilenas había sido destruida por el Gobierno chino en la ciudad de Wuxi (este), al descubrir que tenía supuestas partículas de covid-19.

La noticia, sin ninguna confirmación de autoridades, fue replicada más de 25 mil veces y llegó a 400 millones de personas, e incluso fue publicada por medios de comunicación, como el diario Global Times.

A pesar de que la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex) y las autoridades sanitarias y comerciales chilenas lanzaron campañas para explicar que no existe evidencia de que el virus puede permanecer vivo más de 14 días en una superficie (el viaje en barco de las cerezas de Chile a China tarda 23 días), el daño comunicacional ya estaba hecho.

El subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez explicó el 28 de enero en entrevista con radio Cooperativa que la gestión gubernamental para revertir la situación está generando sus primeros frutos y que, en los últimos días, se ha registrado una evolución favorable de en la respuesta de los importadores.

¿Represalia?

Ante la inacción del Gobierno chino, que no se ha manifestado ni para confirmar ni descartar la noticia, y considerando que la publicación fue replicada en el diario estatal Global Times, algunos expertos en relaciones internacionales en Chile han levantado la teoría de que esto podría ser una represalia china contra Chile.

Entre las posibles actitudes que podrían haber hecho enojar a las autoridades chinas, se mencionan: que Chile ha estado más alineado con Estados Unidos durante la guerra comercial, que los parlamentarios chilenos cuestionaran la compra de la estatal china State Grid de empresa eléctrica chilena CGE, o que el presidente Sebastián Piñera anunciara la construcción de un cable submarino que unirá Chile con Oceanía, desestimando uno con China, entre otras.

El abogado experto en relaciones internacionales Ricardo Israel, exlíder del Partido Regionalista independiente (centro), adhiere a esta teoría y aseguró en conversación con Sputnik que lo de las cerezas en China no es un caso aislado. «Esto sucedió también con la cebada australiana y con la cerveza norteamericana. Y a varios otros países les ha pasado lo mismo».

«Lo que aún no está claro es por qué pasó con Chile, un país de mucho menor tamaño. Posiblemente, es una represalia por daño colateral con algún otro país o quizás, un juego interno dentro del régimen para bajar el precio de algún producto», dijo.

Israel explicó que en Chile existe nula comunicación entre las autoridades encargadas de lo comercial y de las exportaciones con aquellas que analizan lo geopolítico, asegurando que en el país «ambos temas se tratan como si no estuvieran conectados».

«Los exportadores chilenos no se preocupan de estos temas y el Gobierno trata siempre ambos temas por separado, a pesar de que existen antecedentes directos. Chile ya ha vivido temas similares con Perú y también con Argentina en el pasado», señaló.

Por último, Israel criticó al Ejecutivo chileno, asegurando que «debió haber tomado un rol mucho más preponderante desde el principio, saliendo a desmentir desde el mismo día que la situación no era real».

China es el principal socio comercial de Chile, concentrando un 32 por de las exportaciones y un 24 por ciento de las importaciones chilenas en el año 2019, con un intercambio comercial de 39.125 millones de dólares ese año. (Sputnik)

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