A golpe de decreto, Biden inicia su mandato desmantelando parte del legado de Trump
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió una treintena de decretos en sus primeros días diez en el cargo, en su mayoría para desmontar polémicas medidas que su predecesor republicano Donald Trump había adoptado también en virtud de sus prerrogativas ejecutivas, sin pasar por el Congreso.(Télam)
El frenesí de decisiones unilaterales sobre inmigración, economía, coronavirus y salud, clima y género fue celebrado por su Partido Demócrata y muchos sectores y organizaciones, pero desató acusaciones de la oposición republicana de que contraviene a las promesas de campaña de Biden de ser un presidente de consensos.
El mandatario, asumido el 20 de enero, y sus asesores defendieron la necesidad de «deshacer el daño creado por Trump» y atender urgencias impostergables mediante los decretos, al tiempo que insistieron en que las medidas no pretenden sustituir la agenda legislativa del nuevo Gobierno, que ya presentó algunos grandes proyectos de ley.
Aunque Biden ha recurrido a más decretos que otros recientes presidentes en sus primeros días en el cargo, no es el único en apelar a esta potestad, ni tampoco en ser criticado por la oposición por hacerlo.
El demócrata Bill Clinton firmó 364 decretos en sus dos mandatos, el republicano George W. Bush 291 también en ocho años en el cargo y Barack Obama, de quien Biden fue vicepresidente, 220.
A continuación, una lista de algunas de las medidas internas más importante adoptadas por Biden por decreto y de los proyectos de ley anunciados.
CLIMA:
Reincorporar a Estados Unidos al Acuerdo de París sobre reducción de las emisiones causantes del cambio climático.
Suspender por 60 días de las perforaciones de búsqueda de hidrocarburos en tierras y aguas federales.
Eliminar subsidios a la industria de los hidrocarburos y frenar las licitaciones para la explotación de petróleo, gas y carbón en terrenos y aguas federales.
Duplicar la generación de energía eólica con aerogeneradores marinos.
Convocar a una cumbre sobre clima el 22 de abril, Día de la Tierra.
Proteger el 30% de las tierras y aguas federales para 2030, a fin de preservar biodiversidad.
Desarrollar una flota de vehículos oficiales completamente eléctricos fabricados por trabajadores en Estados Unidos.
Redirigir inversiones para ayudar a comunidades de áreas vinculadas económicamente a los combustibles fósiles y afectadas por los efectos ambientales que estos provocan, por lo general habitadas por integrantes de minorías y de bajos ingresos.
Elevar la lucha contra el cambio climático al nivel de «elemento esencial de la política exterior y de la seguridad nacional de Estados Unidos».
Durante su campaña, el mandatario demócrata se fijó como meta reducir la contaminación dejando de usar combustibles fósiles hasta llegar a la neutralidad de carbono en el sector energético en 2035 y en toda la economía nacional en 2050.
INMIGRACIÓN:
Suspender 100 días las deportaciones de inmigrantes para «revisar» los protocolos, aunque la medida ha sido bloqueada por un juez de Texas.
Poner fin de los trabajos de extensión del muro en la frontera con México.
Revocar veda al arribo de ciudadanos de Irán, Siria y otros cinco países de mayoría musulmana.
Poner fin a la política de «tolerancia cero» que permitía la separación de familias migrantes.
También respecto de la inmigración, aunque en el ámbito legislativo, Biden pidió al Congreso adoptar una ley para regularizar a millones de indocumentados en el término de ocho años.
Uno de los principales puntos de la ley es dar una vía para su naturalización a cerca de 700.000 jóvenes llegados como indocumentados en la infancia acompañando a sus padres, el colectivo conocido como los «soñadores».
CORONAVIRUS Y SALUD:
Marcha atrás en el proceso de desvinculación de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Restablecimiento de prohibición de entrada al país a los viajeros procedentes de la Unión Europea (UE), el Reino Unido y Brasil.
Obligación de los viajeros que lleguen a Estados Unidos de destinos permitidos de hacerse una prueba de coronavirus antes de abordar el avión y de cumplir una cuarentena al arribo.
Uso obligatorio del tapabocas en edificios federales y entre el personal federal y en los viajes en todos los medios de transporte públicos.
Agilizar campañas de vacunación y testeos.
Preparar los protocolos para que las escuelas y los comercios puedan reabrir «de manera segura»,
Enfrentar las desigualdades del sistema de salud en las comunidades de las minorías más afectadas por la pandemia.
Reabrir los mercados federales para la compra y venta de planes del sistema de salud conocido como Obamacare y reducir los requisitos para acceder a Medicaid, el programa público de salud para los sectores más vulnerables.
En el plano legislativo, proyecto de ley por 1,9 billones de dólares para lidiar con la crisis del coronavirus a largo plazo mediante una aceleración de las vacunaciones y ayuda financiera.
ECONOMÍA:
Aumentar la ayuda alimentaria a millones de estadounidenses, prorrogar subsidios por desempleo hasta septiembre y allanar el camino para que los trabajadores del Gobierno federal tengan un salario mínimo de 15 dólares por hora.
Para paliar los efectos de la crisis económica inducida por la pandemia, extender una moratoria federal contra los desalojos hasta el 31 de marzo y un congelamiento de los préstamos estudiantiles federales hasta el 30 de septiembre.
GÉNERO:
Levantamiento de la prohibición de que las personas transgénero sirvan en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.