Venezolanos votaron sin incidentes y con polémica sobre el nivel de participación
Lo hicieron para renovar completamente la Asamblea Nacional. (Télam)
Sin incidentes y con una esperada polémica sobre el nivel de participación ciudadana, Venezuela celebró hoy elecciones para renovar totalmente la composición de la Asamblea Nacional (AN, parlamento unicameral), que encuestas y analistas previeron que volverá a estar en manos del chavismo gobernante luego de cinco años en poder de la oposición.
“Hasta el momento no hemos conocido de ninguna circunstancia que lamentar, todo a esta hora ha ido transcurriendo de manera cívica y pacífica”, afirmó por radio el fiscal general designado por la Asamblea Constituyente, Tarek Saab, poco antes del cierre de las urnas, según la televisora Globovisión.
Las 29.622 mesas habilitadas en poco más de 14.200 centros de votación estuvieron abiertas durante 13 horas (de 6 a 19 locales, 7 a 20 en la Argentina), después de que a último momento se agregara una hora luego de que el oficialismo llamara a ejecutar una «operación remate» para que «no se quede nadie sin votar».
Diversos medios locales reflejaron afirmaciones de ciudadanos según los cuales el trámite era sencillo y fluido, y dirigentes adversarios al gobierno aseguraron que eso se debió a la baja asistencia, que encuestas independientes estimaron antes de los comicios que llegaría a entre 22% y 40% ante la decisión de la mayoría de la oposición de abstenerse.
El nivel de participación encarnó la principal polémica de la jornada, desde las tempranas exhortaciones en Twitter del presidente Nicolás Maduro (“Vamos con alegría a los centros electorales para votar; es un día trascendental en el que nadie debe quedarse en casa”) y el líder opositor Juan Guaidó (“Quédate en casa, hoy será la mejor forma de rechazar el fraude”).
Tras votar en una escuela ubicada dentro de la guarnición militar Fuerte Tiuna -pese a que estaba empadronado en otra en el barrio popular Catia, donde votó en comicios anteriores-, Maduro responsabilizó a Guaidó de una supuesta campaña “para evitar que hubiera elecciones”.
“Le dieron mucho billete a Guaidó para un octubre rojo, para un noviembre de insurreción, pero no pudo, ni para eso vale”, dijo el mandatario, según la agencia Europa Press.
“El proceso ha sido satisfactorio en participación, en organización, en instalación de mesas, en la presencia de la gente votando”, sostuvo el número dos del chavismo y candidato a diputado, el capitán Diosdado Cabello, después de emitir su sufragio en el estado Monagas, en el este del país, según la agencia de noticias Sputnik.
En cambio, el Observatorio contra el Fraude de la AN aseguró que hasta las 16 había votado solo 16,1% del padrón y proyectó una asistencia inferior a 20% para toda la jornada, según el diario Tal Cual.
La cuestión de la participación era crucial tanto para el gobierno como para la oposición, pues ambos sectores la consideran fuente de legitimidad para el próximo parlamento y el futuro del proceso político en el país.
Venezuela renueva completamente la composición de la AN cada cinco años y en las tres elecciones anteriores la participación fue de 25,26% en 2005 (también entonces la oposición se abstuvo), 66,45% en 2010 y 71% en 2015, cuando la oposición se impuso holgadamente y ganó dos tercios de las bancas.
Según todas las previsiones, los comicios de hoy determinarán el regreso del oficialismo al control absoluto de los cinco poderes públicos del país y para el grueso de la oposición significarán el fin de los argumentos legales que le permitieron designar un gobierno interino paralelo encabezado por Guaidó tras desconocer el mandato actual de Maduro por considerar que surgió de elecciones irregulares.
No obstante, la actual diputada opositora Delsa Solórzano dijo al periódico digital El Diario que la composición actual de la AN “existe y seguirá existiendo hasta que se realicen unas elecciones legítimas”.
Al margen del nivel de participación, los comicios parlamentarios están rodeados de una polémica que proyectará sus consecuencias en el tiempo, pues la mayoría de la oposición, la Unión Europea (UE) y el Grupo Internacional de Contacto, así como Chile, Ecuador y Estados Unidos, entre otros países, anunciaron que los desconocen.
“El fraude electoral de Venezuela ya se ha cometido; los resultados anunciados por el régimen ilegítimo de Maduro no reflejarán la voluntad del pueblo venezolano”, afirmó hoy el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en Twitter.
Por la misma vía, el canciller de Chile dijo esta tarde que la elección “carece de toda legitimidad, sin autoridad electoral independiente, ni partidos políticos libres, ni observadores extranjeros”.
También rechazó los comicios la Iglesia católica, que el lunes dijo en un comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) que “el evento electoral convocado para el próximo 6 de diciembre, lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos, tiende a agravarla”.
Los cuestionamientos apuntaron en buena medida a la decisión del gobierno de Maduro de no postergarlos como algunos pidieron con el argumento de garantizar un acceso más equitativo de la oposición.
Los críticos del proceso electoral también objetaron las reformas de la cantidad de diputados que tendrá la AN (de 167 a 277) y del sistema de votación, dispuestas con menos de los seis meses de antelación fijados por la carta magna.
Asimismo, tanto la oposición interna como la externa discrepó con que decenas de dirigentes y partidos estuvieran inhabilitados, así como que varias agrupaciones fueran intervenidas judicialmente y puestas bajo la conducción de autoridades afines al gobierno.
Las críticas no involucran exclusivamente a la oposición tradicional al chavismo sino también a numerosas agrupaciones antes aliadas y escindidas en diversos momentos, como Podemos, Patria Para Todos (PPT) y, más recientemente, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) y el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR 200), nucleados en la flamante Alternativa Popular Revolucionaria (APR).