Investigadores advierten sobre alga destructiva que ataca los arrecifes de coral en el Caribe

Un alga agresiva que crece a gran velocidad en el Caribe está interfiriendo con la capacidad de las larvas de corales para hallar lugares y asentarse en los arrecifes, que ya están al borde del colapso, según una reciente investigación. (Télam)

Se trata de las algas conocidas como PAC (costras de algas peyssonnelia), de color marrón dorado con forma de costra, que están avanzando sobre los arrecifes caribeños de manera alarmante.

Biólogos marinos de la Universidad de Oxford, la Universidad Estatal de California en Northridge y la Carnegie Institution for Science estudiaron la biología y ecología de esta alga en estos arrecifes durante los últimos cuatro años, según una publicación del Scientific Reports, que cita Europa Press.

El doctor Bryan Wilson, del Departamento de Zoología de la Universidad de Oxford, explicó que «esta alga parece ser una especie de ganadora ecológica en nuestro mundo cambiante, y ocupa agresivamente cualquier espacio vacío en los arrecifes, crece rápidamente y mata los corales vivos, evita que las larvas de coral que nadan libremente se asienten en el bentos y se conviertan en colonias adultas, y no se ve afectado por los huracanes destructivos regulares que azotan el área».

Wilson expresó en un comunicado que «aparentemente es resistente a la búsqueda de comida por los peces, y hasta donde sabemos, solo sirve de alimento de una criatura, el erizo negro (Diadema antillarum), abundante en el Caribe, pero que fue efectivamente aniquilado en la década de 1980 por una misteriosa enfermedad».

En tanto, el profesor Peter Edmunds, estudioso de estos arrecifes durante más de tres décadas, vio por primera vez el alga hace cinco años mientras analizaba el impacto de dos huracanes consecutivos en los arrecifes de coral cerca de la isla caribeña de St. John en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, y le sorprendió lo rápido que el alga comenzó a dominar el arrecife.

Wilson explicó que para tratar de comprender este fenómeno la investigación «examinó la microbiología de la PAC y la comparó con la de parientes cercanos (las algas coralinas crustosas, o CCA) que estimulan el reclutamiento de larvas de coral en los arrecifes».

En este sentido, señaló que el «hallazgo clave fue que el PAC inhibe de alguna manera el crecimiento de bacterias marinas beneficiosas que, de lo contrario, en asociación con el CCA, producen compuestos químicos, casi como feromonas, que atraen y llaman a las larvas de coral al lecho marino. Por lo tanto, es poco probable que las áreas del arrecife tomadas por las algas vuelvan a albergar corales».

Para Edmunds «se trata de una tendencia alarmante, porque el coral y su ecosistema están bajo el ataque de la contaminación ambiental y el calentamiento global. Hemos hecho que sus vidas sean tan frágiles, sin embargo, siguen ahí. No sabemos si esta es la gota que colma el vaso, pero tenemos que averiguarlo».

Los científicos se proponen ahora desentrañar los complejos mecanismos fisiológicos del alga y Wilson está profundizando en el genoma del alga obtenido recientemente, para encontrar formas de mitigar esta nueva amenaza.

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El Periodista