Demandan a Samsung Chile ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia
La acción legal de ARCH, compañía que representó a la gigante tecnológica durante casi 5 años en nuestro país, sostiene que la firma surcoreana impuso condiciones a los distintos distribuidores que limitaban la competencia inter e intra marca, afectando directamente a los consumidores. Además, acusa incumplimiento de contrato de distribución.
ARCH, distribuidor que representó a Samsung en Chile durante 5 años, inició acciones legales en contra de la gigante tecnológica surcoreana ante el TDLC, por considerar que Samsung Chile hizo abuso de su posición dominante en el mercado de los dispositivos inteligentes. Esto, debido principalmente a que las cláusulas impuestas por Samsung han afectado la libre competencia por medio de restricciones a sus distribuidores a la hora de tomar decisiones comerciales propias de su ámbito de competencia.
La demanda ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) es patrocinada por los abogados Jorge Schenke, de SLBZ Abogados, y Andrés Fuchs , exrelator de dicha instancia. El escrito solicita al TDLC la adopción de medidas que protejan el correcto funcionamiento en el mercado de los distribuidores especializados en teléfonos inteligentes liberados, como era ARCH.
De acuerdo a la demanda impuesta, Samsung Chile “ha impedido, restringido o entorpecido la libre competencia, o tendido a ello al imponer una serie de restricciones que han relajado la libre competencia en el mercado”. Ello, derivado de que, en la práctica, la política de distribución Samsung Chile sobrepasó los términos establecidos en los respectivos contratos, teniendo como consecuencia “una falta de habilidad por parte de Arch (y otros distribuidores exclusivos) para maniobrar sus decisiones comerciales; y, por otra, que Arch (y los demás distribuidores afectados) ha debido cobrar siempre los precios sugeridos, sin tener margen para competir más agresivamente a través de la baja de los mismos, afectando de este modo al consumidor. […] En los hechos, lo que ha ocurrido es que las decisiones comerciales no han podido ser tomadas por Arch en su calidad de distribuidor y revendedor de los terminales de telefonía móvil marca Samsung, sino que ha sido Samsung Chile la que ha ido definiendo la estrategia comercial y políticas de venta de Arch (y de todos los demás distribuidores de Samsung Chile)”.
Al actuar de esta manera, y según consigna la demanda, se produce una afectación directa de la competencia intra marca e inter marca, debido a que a los distribuidores no se les permite ejercer su derecho a tomar decisiones sobre los precios de los productos. Según el escrito, “la forma en que se comercializan los terminales de telefonía móvil hace que esta clase de competencia se vea limitada”.
Adicionalmente, ARCH demandó, ante el árbitro don Álvaro Ortúzar (del Centro de Arbitrajes de la Cámara de Comercio de Santiago), la declaración de terminación del Contrato de Distribución y la indemnización de perjuicios, sosteniendo que Samsung no cumplió el contrato, se alejó de la buena fe e impuso a ARCH exigencias que hicieron inviable el negocio. Así, alega el exdistribuidor, no había más alternativa que someterse a las condiciones extra contractuales, tras haber invertido más de $2.000 millones en locales y mercadería a Samsung Chile. Además, sostiene, tenía compromisos con sus trabajadores y colaboradores que la obligaron a someterse al poder avasallador de la surcoreana.
Dado el incumplimiento reiterado en el tiempo, ARCH debió cerrar sus nueve tiendas distribuidas de Arica a Puerto Montt y despedir a cerca de 140 trabajadores, proceso que terminó en agosto pasado. Esta acción ha sido patrocinada por los abogados Jorge Schenke, Ricardo Brancoli y Ricardo Gebauer, todos de SLBZ Abogados.
Ambas acciones, generadas por la ejecución abusiva del contrato de distribución, apuntan a consecuencias distintas: la primera, ha afectado al mercado, la segunda a ARCH y sus colaboradores.
A juicio de la afectada, todo lo anterior es una clara muestra de la verdadera forma en que Samsung ha llegado a consolidarse como un gigante en el mercado de la tecnología: a costas de sus distribuidores, imponiéndoles supuestos “acuerdos” que son totalmente leoninos para ellos, aprovechándose del poder que tiene como proveedor, manejando a su antojo la relaciones contractuales y abusando económicamente por medio de la imposición de obligaciones totalmente injustas, abusivas y que dejan de lado principios generales del derecho y los propios de este tipo de contratos, llegando a desvirtuar unilateralmente la naturaleza jurídica del contrato celebrado entre las partes.