Biden nombró al primer jefe negro del Pentágono y el Senado debe aprobarlo
Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero, trabajó con él cuando fue vicepresidente, especialmente cuando supervisó la implementación de la decisión de Barack Obama de retirar 50.000 soldados estadounidenses de Irak en 2011. (Télam)
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, nombró hoy como secretario de Defensa al general retirado del Ejército Lloyd Austin, quien se convertirá en el primer afroestadounidense en dirigir el Pentágono en caso de ser confirmado por el Senado, lo cual está en entredicho.
«A lo largo de su vida de servicio dedicado, y en las muchas horas que pasamos juntos en la Sala de Crisis de la Casa Blanca y con nuestras tropas en el extranjero, el general Austin ha demostrado un liderazgo, personalidad y mando ejemplares», ponderó Biden en un comunicado.
El veterano demócrata consideró que Austin, de 67 años, «está excepcionalmente calificado para asumir los desafíos y las crisis que enfrentamos actualmente».
En tono elogioso, lo describió como «una personalidad brillante y respetada y figura pionera en la historia del Ejército de Estados Unidos».
Austin se retiró del ejército en 2016 después de más de 40 años de servicio en la defensa de Estados Unidos, indicó el comunicado citado por las agencias de noticias AFP y Europa Press.
Varios medios estadounidenses habían adelantado anoche que Biden finalmente se había decidido por este general, que luchó en Irak y Afganistán antes de convertirse en el primer hombre negro en liderar el Comando central del Ejército (Centcom), relegando así a la que se presentaba como favorita, la exsubsecretaria de Defensa Michele Flournoy.
Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero, trabajó con él cuando fue vicepresidente, especialmente cuando supervisó la implementación de la decisión de Barack Obama de retirar 50.000 soldados estadounidenses de Irak en 2011.
Si el Senado lo aprueba, el exgeneral será el primer afroestadounidense en liderar el primer ejército del mundo, en el que la población negra está fuertemente representada.
Pero su confirmación no es segura: algunos miembros del Congreso y expertos en seguridad nacional se pronunciaron en contra de su nombramiento bajo el argumento de que su jubilación ocurrió hace menos de siete años.
Y el Congreso estadounidense, que mantiene el control civil sobre los militares, adoptó un reglamento que estipula que un exmilitar debe haber pasado a retiro más de siete años para ser nominado secretario de Defensa.
Como este reglamento no se estaría respetando con Austin, el Congreso deberá concederle una dispensa, lo cual ya sucedió en 2016 con James Mattis, pero bajo protestas.
Mattis se desempeñó como secretario de defensa del republicano Trump entre 2017 y 2019.
Entonces, los miembros del Senado se pusieron de acuerdo a regañadientes, en medio de preocupaciones sobre las opiniones de Trump acerca de las fuerzas armadas, y varios legisladores dijeron en ese momento que no querrían volver a hacerlo.
Austin tendría bajo su responsabilidad a los 1,2 millones de miembros en servicio activo, de los cuales alrededor del 16% son negros.
Pero los afroestadounidenses prestan servicio de forma desproporcionada en rangos inferiores y pocos han alcanzado posiciones de alto mando.