Unión se impuso a Calera en un partido de dos caras y trepó a la cima del torneo

Los rojos ganaban tan cómodamente al irse al descanso en el primer tiempo que todos apostaban por una goleada en casa.

Tres a cero ganaba Unión cuando Piero Maza mandó a los equipos al vestuario, transcurridos los intensos primeros 45 minutos, donde los rojos jugaron un fútbol de excelencia, con gran precisión en los pases (90 por ciento) y una efectividad envidiable.

Con un mediocampo con las luces encendidas y goleadores de fuste, como Cristián Palacios y Mauro Caballero, todo indicaba que el segundo tiempo sería un trámite y los hispanos pasarían por encima al rival.

Es que Calera, al igual que Unión con muchas bajas, solo apareció un par de veces para inquietar a Sánchez y era un coladero en el fondo, donde Mejía, Sandoval, Dávila y hasta Méndez, se hicieron un picnic habilitando a sus delanteros. Y pudo ser 4 a 0, pero el arquero cementero ahogo el grito de gol en un penal que Palacios desperdició, aunque el VAR tuvo que verlo mil veces para determinar que el balón no entró. Nadie extrañó, en ese primer tiempo a otros Palacios, Carlos, convocado con sus cortos 21 años a la selección adulta. Menos al panameño Cummins. Atrás, el improvisado Luis Pavez como central, hacía lo suyo, muy bien acompañado de Galdames y de los puntas Rodrigo González y el otro Pavez, quienes llegaban con mucho peligro al área visitante.

Unión lo tenía fácil. Había inaugurado la cuenta Palacios a los 6, aumentado Caballero a los 42 y cerrado, a los 45+4, nuevamente Palacios con un gol lleno de fútbol y agilidad, mental y física.

Calera, no solo perdía, también estaba descontrolado, cuando Maza los mandó a los 22 al vestuario.

Y quizá ahí comenzaron los problemas para Unión. Mientras los visitantes se encontraron con su técnico, el argentino Juan Pablo Vojvoda, quien tenía una lectura clara de lo sucedido el primer lapso, los rojos debieron escuchar al ayudante técnico de Ronald Fuentes, Juan Pablo Ojeda, pues el DT titular de la UE estaba suspendido. Y mientras el visitante hizo la tarea, movió sus piezas, reubicó al Chiqui Cordero e hizo entrar a Tomás Rodriguez a los 52, los locales se dejaron estar. Y comenzó el sufrimiento.

Unión desapareció de la cancha, se dejó arrinconar y sus volantes no se volvieron a juntar. Calera no solo anticipó y comenzó a triangular mejor, le cortó la conexión con los goleadores y estos pasaron a ser intrascendentes. Vino el 1 a 3 a los 53 por intermedio de Rodríguez y Calera se envalentonó. Unión, sin embargo, contaba con la ventaja de dos goles, pero no con la suerte. A los 65, Yulián Mejía cae en medio de la cancha y se va lesionado de gravedad (estaría 6 meses fuera) y, un minuto después, nuevamente Rodríguez agarra desconcentrada a la defensa y deja las cosas 2 a 3.

Parecía cosa de tiempo para que los caleranos, ahora dominadores y con más entusiasmo, lograran el empate. La salida de Mario Sandoval poco ayudó a resolver los problemas de medio campo. Y los visitantes la tuvieron, nuevamente por la agresividad de Rodríguez, quien fue derribado en el área por Juan Pablo Gómez a los 85. Quizá debió patear el penal el mismo, estaba encendido, pero el encargado fue Jeisson Vargas, quien lo tiró a la derecha de Sánchez y este, notabilísimo, lo desvió para un costado.

Calera no se pudo recuperar del impacto anímico y aunque se jugaron otros 12 minutos desde ese momento, 7 de descuentos, Unión no vivió zozobras, incluso recuperó el aliento y se llevó los 3 puntos que lo dejan primero en la tabla, junto a Católica, esperando lo que hagan los cruzados ante Cobresal.

Fuentes ahora sabe que una expulsión en un partido, tratándose del técnico, influye mucho en el siguiente.

Fotos: Unión Española oficial

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El Periodista