Rusia empieza a desplegar fuerzas de paz para hacer valer acuerdo entre Armenia y Azerbaiyán
Más de una docena de aviones que transportaban fuerzas de paz rusas se dirigieron hoy a la disputada región separatista de Nagorno Karabaj para hacer valer el acuerdo de alto el fuego firmado entre Armenia y Azerbaiyán que, a diferencia de los anteriores, se cumplía hoy sin incidentes.(Télam)
Como parte del cese de hostilidades que comenzó a regir a las 18 de ayer de Argentina, Rusia enviará a la zona 1.960 soldados armados, 90 vehículos blindados y 380 vehículos de motor y unidades de equipo especial, según anunció la Cancillería de ese país.
Estas fuerzas de pacificación se desplegarán «a lo largo de la línea de contacto que divide a las zonas bajo control azerí de las que quedaron en manos armenias en Nagorno Karabaj y a lo largo del corredor que conecta Nagorno Karabaj de la República de Armenia», precisó ayer el presidente ruso Vladimir Putin.
Los soldados permanecerán allí durante cinco años que se prorrogarán automáticamente por otros cinco años, a menos que Armenia o Azerbaiyán notifiquen su intención de rescindir esta cláusula.
Azerbaiyán conservará el conjunto de los territorios reconquistados en Nagorno Karabaj, empezando por la ciudad histórica y estratégica de Shusha, ubicada en la ruta que une Armenia con la capital separatista, Stepanakert, indicó la agencia de noticias AFP.
Además, Armenia debe entregar otros distritos que eran controlados desde los años 90 por sus fuerzas: Kalbajar antes del 15 de noviembre de 2020, Agdam antes del 20 de noviembre de 2020 y Lachín antes del 1 de diciembre de 2020.
«Tomé una decisión muy difícil para mí y para todos nosotros», escribió en su página de Facebook el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, al informar sobre el acuerdo basado «en un profundo análisis de la situación militar» en la zona.
Miles de manifestantes se movilizaron ayer a la casa del premier, a la sede de Gobierno e ingresaron al Parlamento para protestar contra el acuerdo, que consideraron una concesión a Azerbaiyán.
El mandatario azerbaiyano, Ilham Aliyev, se mostró exultante: «Obligamos (a Pashinian) a firmar el documento, esto equivale a una capitulación. Dije que expulsaríamos (a los armenios) de nuestra tierra como perros, y lo hicimos».
«Se lograron importantes conquistas en el terreno y en la mesa de negociaciones. Lo felicito sinceramente por su triunfo», afirmó en Twitter el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu, cuyo país apoyó a Azerbaiyán en el conflicto.
Nagorno Karabaj, poblado hoy en su mayoría por armenios, declaró su independencia de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán poco antes de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, lo que desató una guerra entre ese país y Armenia.
Más de 30.000 personas murieron y en 1994 ambos firmaron un alto el fuego, que desde entonces fue interrumpido a menudo por escaramuzas y enfrentamientos. Ningún país miembro de la ONU reconoció a la república separatista de Nagorno Karabaj, ni Armenia, que sin embargo, lo mantuvo financiera y políticamente.
El conflicto se mantuvo congelado hasta que el 27 de septiembre pasado, los enfrentamientos entre las fuerzas azerbaiyanas, armenias y las de la región separatista escalaron hasta convertirse en una nueva guerra.
Con cientos de muertos y miles de heridos, Rusia y las principales potencias de Europa intentaron una y otra vez alcanzar una tregua por temor, no solo a una crisis humanitaria, sino también a un conflicto de dimensiones internacionales dadas las denuncias de Armenia sobre una participación directa de Turquía en apoyo de Azerbaiyán y una presencia de combatientes importados desde Siria y Libia, dos países en conflicto en donde Ankara también está peleando.