Putin examinó situación de Nagorno Karabaj con el presidente de Azerbaiyán y el premier de Armenia

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, examinó la situación en Nagorno Karabaj durante las conversaciones telefónicas que mantuvo con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, mientras rige desde el martes el alto el fuego acordado y cumplido por primera vez por ambas partes.

«Durante las conversaciones telefónicas del presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin, con el presidente de la República de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el primer ministro de la República de Armenia, Nikol Pashinián, se debatieron los aspectos prácticos de la implementación de los acuerdos consagrados en la declaración trilateral sobre Nagorno Karabaj del 9 de noviembre», dice el comunicado del servicio de prensa del Kremlim.

Además, según la nota, que replica la agencia de noticias rusa Sputnik, «se expresó la satisfacción por el cumplimiento del alto el fuego, así como por el hecho de que la situación en la línea de contacto sea bastante tranquila».

Al conversar con Aliyev, Putin destacó que en los territorios que fueron devueltos a Azerbaiyán de acuerdo con la declaración trilateral «se encuentran iglesias y monasterios cristianos» y que es importante «garantizar su conservación y que funcionen con normalidad».

El mandatario azerbaiyano, por su parte, aseguró que su país actuará basándose en esa idea.

El lunes, los líderes de Rusia, Armenia y Azerbaiyán emitieron una declaración conjunta sobre el cese de hostilidades en Nagorno Karabaj a partir del 10 de noviembre.

En el marco del acuerdo, Rusia ya envió fuerzas de paz -1.960 militares, 90 transportes blindados y 380 medios técnicos- que se desplegarán en la línea de separación entre las partes beligerantes y a lo largo del llamado corredor de Lachín, que conecta Nagorno Karabaj con Armenia.

Los bandos del conflicto deben permanecer en sus posiciones actuales, intercambiar prisioneros de guerra, otros detenidos y los cuerpos de los caídos.

Según la declaración, las fuerzas de paz rusas en Nagorno Karabaj se emplazarán por cinco años, con posibilidad de prórrogas automáticas por períodos similares, a menos que alguna de las partes firmantes notifique la intención de rescindir dicha cláusula con seis meses de antelación.

Más temprano, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Knoshénkov, confirmó que «el alto el fuego se respeta a lo largo de toda la línea de contacto».

Con su uniforme marcado con las letras «MC» («fuerzas de paz» en ruso) los soldados controlaban ya los alrededores de Stepanakert, la capital del enclave, vigilando los accesos a la cercana línea de frente, ahora en calma.

El pasado lunes, Armenia, Azerbaiyán y Rusia emitieron una declaración conjunta sobre el cese de hostilidades en Nagorno Karabaj, que deberá ceder parte de sus territorios.

Los habitantes de los pueblos del enclave incendiaban sus casas este sábado antes de huir hacia Armenia y de que Azerbaiyán recupere el control de algunos territorios, constató un periodista de la agencia de noticias AFP.

«Es el último día, mañana los soldados azerbaiyanos estarán aquí», declaró un soldado en el pueblo de Charektar, en la región de Kalbajar, que deberá ser cedida a Azerbaiyán.

El acuerdo establece que cada parte, Armenia y Azerbaiyán, mantendrán las zonas «conquistadas», mientras que una fuerza de paz extranjera -por ahora solo hay confirmados 1.960 rusos- controlará el cese de hostilidades en la línea divisoria de facto entre los lugares bajo control armenio y azerbaiyano, y entre el Nagorno Karabaj separatista y la República de Armenia.

Además, Armenia debe entregar otros distritos que eran controlados desde los años 90 por sus fuerzas: Kalbajar antes del 15 de noviembre de 2020, Agdam antes del 20 de noviembre de 2020 y Lachin antes del 1 de diciembre de 2020.

El conflicto se mantuvo en mayor parte congelado hasta que el 27 de septiembre pasado, los enfrentamientos entre las fuerzas azerbaiyanas, armenias y las de la región separatista escalaron hasta convertirse en una nueva guerra que duró seis semanas.

Armenia informó hoy de la muerte de más de 2.300 de sus soldados en el último conflicto, mientras que Azerbaiyán, por su parte, no comunicó el número de víctimas en sus filas.

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El Periodista