No dudaba que iba a volver, pero no pensaba que fuera tan pronto, dijo al llegar a Bolivia

Al referirse a su partida, que ocurrió el 11 de noviembre de 2019, dijo que si permanecía en el país tras su renuncia tenía dos opciones: "terminar en un cementerio o ir extraditado a Estados Unidos". (Télam)

«No dudaba que iba a volver, pero no pensaba que fuera tan pronto», dijo hoy, emocionado y feliz, el depuesto presidente de Bolivia Evo Morales en su primer discurso al retornar a su patria tras casi un año de exilio frente a sus seguidores en la ciudad de Villazón, en la frontera con la Argentina.

Ataviado con indumentaria indígena, desde un escenario dispuesto al efecto Morales brindó un mensaje de 24 minutos en el que volvió a agradecerle al presidente Alberto Fernández haberle «salvado la vida» por las gestiones que hizo hace casi un año para posibilitar su salida de Bolivia luego de la renuncia forzada a la presidencia, en el marco de un golpe de Estado.

Al referirse a su partida, que ocurrió el 11 de noviembre de 2019, dijo que si permanecía en el país tras su renuncia tenía dos opciones: «terminar en un cementerio o ir extraditado a Estados Unidos».

“Alguien me dijo: ‘Evo, nos has abandonado’. Yo le dije: ‘Si me quedaba tenía dos caminos: el cementerio o Estados Unidos”, relató a la multitud que este lunes le dio la bienvenida.

El regreso del líder indígena concitó una multitud en la ciudad fronteriza que incluso excedió las expectativas de los organizadores, por lo que las medidas de distanciamiento y prevención sanitaria frente al coronavirus no fueron todo lo eficientes que se intentó, admitieron fuentes cercanas al expresidente.

Además hizo referencia a Donald Trump, a quien acusó de “dar un golpe” en 2019; y agregó que ahora “nosotros damos el golpe al gringo”, después de las elecciones en las cuales ganó Joe Biden.

“El gringo que nos dio el golpe (de Estado) el año pasado; ahora nosotros damos el golpe al gringo en Estados Unidos”, expresó.

Destacó también el «esfuerzo» de Luis Arce y David Choquehuanca de haber llevado adelante una campaña electoral en medio de una política hostil de parte del Gobierno de facto que los llevó a un contundente triunfo por el 55% de los votos en las elecciones de este año, y que desde ayer los convirtió en flamantes presidente y vicepresidente del país.

«La derecha boliviana, acompañada, dirigida y financiada por la política norteamericana, intentaron frenar nuestro proceso de cambio», enfatizó Morales al rememorar las denuncias de fraude electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) que impulsaron el golpe.

«El año pasado como estos días en plena operación de un golpe, una farsa, un invento diciendo que había fraude, no hubo fraude y la mejor prueba para demostrar que no hubo fraude son las elecciones de este año, ganamos con un 55 por ciento, este resultado es histórico en el mundo», enfatizó frente a las muestras de afecto de sus simpatizantes, que le brindaron color al acto con sus indumentarias y agitar de banderas.

«Algunos no aceptan que los indígenas podamos gobernar, pero también creo que el golpe de Estado fue a nuestro modelo económico que viene del pueblo; luchamos con los movimientos sociales para recuperar nuestras empresas y eso no acepta el capitalismo, menos lo acepta el FMI», cerró.

Una delegación de mineros, junto al presidente de la Federación de trabajadores de esa área, Álvaro Ruiz, y el dirigente del Movimiento Al Socialismo (MAS) Fernando Huanacuni, acompañaron al expresidente en su cruce por la frontera con La Quiaca, Argentina.

Además se sumó al traslado el exvicepresidente Álvaro García Linera -también exiliado tras el golpe del 10 de noviembre de 2019- y los dirigentes Sacha Llorenti y Diego Pary.

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El Periodista