Marruecos condena enérgicamente los atentados de Viena

«Ante todo, quisiera expresar toda la tristeza que sentimos ayer a raíz de los terribles atentados perpetrados en el corazón de Europa Central, en Viena», indicó el ministro, durante la Conferencia Anual del Mediterráneo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), celebrada en Viena por videoconferencia.

«Condenamos en los términos más enérgicos estos actos despreciables. Estamos al lado de los austriacos en estos momentos de dolor mientras nos oponemos a la violencia, el odio y el rechazo de la alteridad», continuó Bourita.

«Nuestros pensamientos están con las víctimas, sus familias y el pueblo austriaco», dijo.

Refiriéndose a la Asociación mediterránea de la OSCE, el ministro afirmó que la celebración anual de esta conferencia es una demostración de su vitalidad, considerando que «nuestra relación, que se remonta al proceso de Helsinki, nunca ha perdido su pertinencia».

Esta relación es ahora más pertinente, ya que tanto los miembros de la OSCE como los socios mediterráneos siguen luchando contra la pandemia del Covid-19 y sus consecuencias devastadoras, explicó.

Bourita intervenía en el segmento política de la conferencia, que se celebró sobre el tema «Respuesta global a los actuales retos de seguridad: fomento de la seguridad mediante un crecimiento sostenible y económico durante la pandemia de Covid-19».

El ministro subrayó además que Marruecos -el país más cercano a Europa- siempre ha estado apegado al Mediterráneo, señalando que la asociación con la OSCE es ciertamente parte de este compromiso. «Marruecos se esfuerza por establecer una asociación sólida, duradera y diversificada».

En cuanto al espacio mediterráneo, afirmó que es «una tierra de oportunidades, pero también de desafíos», señalando que esta zona está sujeta a tendencias antagonistas que favorecen dinámicas a la vez virtuosas y complejas.

«Dinámicas virtuosas, porque nuestra región ha evolucionado positivamente. Las historias de éxito son numerosas. Los países mediterráneos han logrado mantener su estabilidad política; han mantenido su vitalidad económica y las élites mediterráneas han ganado más dinamismo», explicó.

«Paralelamente, hay dinámicas complejas en juego. Los retos a los que se enfrenta el Mediterráneo son a la vez crónicos, estructurales y nuevos», señaló, sin embargo, Bourita para agregar que las diferencias económicas y demográficas entre las dos orillas son agudas.

También se refirió a la gravedad de los problemas ecológicos, indicando que el Mediterráneo es una de las regiones más amenazadas por el cambio climático.

Además de la cuestión palestina, «que permanece en el corazón nuestra región», las crecientes tensiones y las guerras por delegación amenazan la estabilidad y la seguridad del Mediterráneo, dijo, señalando que la amenaza terrorista es tanto más importante ya que el Mediterráneo «encuentra su prolongación en la región del Sahel, que ya alberga los caldos de cultivo del terrorismo y el extremismo violento».

Bourita también subrayó que Marruecos, bajo la dirección del Rey Mohammed VI, siempre ha tenido interés -como país mediterráneo y atlántico- en ser un vector de paz en su región y un vínculo entre las regiones, y añadió que el Reino aboga por un enfoque holístico que tenga en cuenta la interseccionalidad de los desafíos.

«Se trate de la gobernanza de la migración, la lucha contra el terrorismo o el cambio climático, estamos aplicando enfoques multidisciplinarios que nunca se detienen en la dimensión puramente de seguridad, sino que también integran componentes económicos, sociales e incluso religiosos», dijo el ministro.
Destacó que Marruecos también defiende un enfoque basado en la responsabilidad compartida y la no injerencia.

«Es algo en lo que creemos y hacemos. Lo hicimos en Sjirat, para promover el acuerdo político libio del 17 de diciembre de 2015. Lo hicimos de nuevo en Bouznika, para promover el Diálogo Inter-Libio y seguimos haciéndolo», concluyó Bourita.