Es más que tener buenas ideas

Por Jorge Fuentes, Psicólogo y Director de Pranavida

Probablemente este último año ha sido el más duro que nos ha tocado vivir desde hace tres décadas. Y si bien la pandemia llegó a Chile transformándose en la torta de la guinda, lo cierto es que los chilenos hemos vivido un proceso de incertidumbre, ansiedad, temor y estrés desde el 18 de octubre del 2019 y que, para muchos, tuvo un punto cierre- y al mismo tiempo de apertura de una nueva etapa- el 25 de octubre.

El plebiscito no sólo pasará la historia como un ejemplo de participación ciudadana, cuyo voto permite que seamos el primer país en el mundo que se abre a la elaboración de una carta magna con paridad de género, sino que también por la posibilidad de construir una sociedad más justa e inclusiva. Sin embargo, este tremendo desafío requiere avanzar en conjunto de una población participativa y, por sobre todo, dialogante.

Como para cualquier construcción que quiera jactarse de su firmeza, se necesita de mano de obra y un terreno plano que permita una edificación consolidada y, a mi juicio, eso sólo otorga la conformación de un equipo de trabajo que mire hacia delante y que tenga una gran capacidad de volcar todas sus energías para llegar a acuerdos que beneficien a una mayoría y no a los intereses personales.

Muchos creen que lograr llegar a acuerdos es algo simple- pese a que la experiencia política nos muestra todo lo contrario-, pero lo cierto es que se requiere de una serie de habilidades que son importantes de considerar también a la hora de pensar en quienes puede ser buenos representantes para una acción tan importante para la historia del país. Y es que no sólo se trata de empatía, respeto, escucha activa o la capacidad argumentativa o persuasiva de una persona, pues el autoconocimiento, el entender las propias fortalezas y debilidades, es parte importante de un proceso personal, pero que tiene gran impacto en un trabajo con más personas. Por otro lado, lograr aunar visiones distintas, requiere tener tolerancia, y asumir que cuando debemos lograr acuerdos que involucran a otros y al país completo, debemos ser flexibles con nuestras ideas y objetivos y escuchar al otro, siempre buscando un bien mayor que es proteger a las de las generaciones futura, por tanto, la capacidad de adaptación pasa a ser una característica relevante de este momento histórico.

Evidentemente representar diversas voces y provenir de distintas áreas enriquece una discusión relevante para los lineamientos que se establecerá para dinámicas sociales de las próximas décadas, asegurando una mirada más amplia de los distintos Chiles que conviven en nuestro territorio. Pero claro está que para poder avanzar se necesita algo más que una persona capaz de alzar la voz y poner en el tapete temáticas importantes de abordar, se hace necesario representantes capaces de despojarse de sus ideas como únicas verdades para hacer eco también de otras, de personas que junto conocimientos técnicos, tengan habilidades blandas que les permitan un dialogo constructivo, porque la construcción de una nueva sociedad, plasmada en una nueva Constitución no se trata de unos u otros, sino de un nosotros.

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El Periodista