Armenia entrega a Azerbaiyán siete localidades de Nagorno Karabaj por el acuerdo de alto el fuego
Las autoridades armenias entregaron hoy a Azerbaiyán siete localidades que forman parte de la región de Nagorno Karabaj, en cumplimiento del acuerdo de alto el fuego firmado el 9 de noviembre entre los dos países con la mediación de Rusia, según informó el diario digital Mediamax. (Télam)
Las localidades de Nor Maragha, Nor Aygestan, Nor Seisulan, Nor Karmiravan, Nor Haikayuir, Hovtashen y Nor Jraberd, que forman parte de la región de Martakert, en Nagorno Karabaj, fueron entregadas a las autoridades azeríes.
La entrega de estas siete localidades se realizó «en cumplimiento de la declaración trilateral» firmada el 9 de noviembre por el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, y el mandatario de Rusia, Vladimir Putin.
El acuerdo de alto el fuego en Nagorno Karabaj establece un calendario para la devolución a Azerbaiyán de una serie de territorios que permanecen bajo control armenio desde el final de la última guerra, en 1994.
La región de Aghdam, un territorio azerí colindante con Nagorno Karabaj, deberá volver a estar bajo control azerí para el 20 de noviembre, según el acuerdo de cese de hostilidades.
Las autoridades de Nagorno Karabaj aseguran que se desplazaron «las propiedades de más de 2.000 residentes» de las siete localidades cedidas a Azerbaiyán y que a los afectados se les facilitaron «lugares temporales de residencia y otros medios», informó la agencia de noticias DPA.
El pacto firmado por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia comprende un cese de hostilidades, el despliegue de 1.960 militares rusos como fuerzas de paz en la línea de separación en Nagorno Karabaj, el establecimiento de un centro de supervisión de la tregua controlado por observadores rusos y turcos y emplazado en suelo azerí y la devolución de territorios azeríes controlados desde 1994 por Armenia, incluida Shusha, la segunda localidad más importante de la región en disputa.
El acuerdo fue rechazado por las formaciones políticas armenias opositoras por considerarlo una capitulación ante Azerbaiyán y por el temor a que acabe poniendo en riesgo la región de Nagorno Karabaj, controlada de facto por las autoridades armenias desde el final de la última guerra.