Tristeza en el mundo cultural por Quino, quien supo diseccionar un mundo que no cambia

Autores, humoristas y otros personajes relevantes de la cultura despidieron y homenajearon al dibujante y humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, conocido como "Quino", quien murió hoy a los 88 años, por la calidad -estética y en contenido- de su obra, que "representó y representa las vidas de, por lo menos, tres generaciones de argentinos", en palabras de la investigadora Judith Gociol.(Télam)

El escritor Juan Sasturain dijo a Télam que «Quino saltó la valla de la mano de la nena petisa y cabezona concebida para otro destino, y en un solo gesto rompió su rutina y la de los medios. Asumió riesgos, como se dice ahora. Sobre el papel, cambió todo menos la línea reconocida y la obsesiva claridad: tomó por primera vez la palabra, asumió la secuencia y creó un personaje».

El actual director de la Biblioteca Nacional recordó así uno de sus textos dedicados a Mafalda: «Durante una década larga, la nena y sus amigos establecieron una complicidad inédita con lectores avisados, cómplices en un juego con código propio: la historieta con chicos que no es para chicos porque habla también de otra cosa».

Y prosiguió: «Incluso con todos los logros de su obra maestra absoluta, Mafalda puede ser leída también como un paréntesis entre preocupaciones mayores, una incursión en la historia, la crítica de costumbres y el comentario lateral de la actualidad que nunca resultó del todo cómodo para el mendocino universal», cerró Sasturain.

«Fue uno de los humoristas gráficos mas importantes y más emblemáticos de Argentina. A veces pienso que sería bueno leer la obra de Quino como si fuera un libro de historia, para saber lo que pasó. Lamentablemente, la vigencia que tiene es inmensa, y es un hecho paradójico, de que está vigente porque todo lo que denuncia en sus viñetas sigue igual», expresa a Télam la autora especialista en humor, Judith Gociol.

«Esa fue su gran tristeza, el mundo que el disecciona y describe con tanta profundidad sigue siendo el mismo desde que él empezó a trabajar hasta ahora. Aportó, aporta y nos va a aportar muchísimo en la mirada de ese mundo si lo que queremos es cambiarlo, repensarlo y que pase a ser un libro de historia», agrega la periodista del Archivo Histórico de Historieta de la Biblioteca Nacional, sobre la obra general de Quino, que marcó su infancia y adolescencia.

Las páginas y tomos cómicos del humorista gráfico -Mafalda entre las más emblemáticas- cobraron gran reconocimiento en todo el mundo y se incorporaron drásticamente en la cotidianeidad y en las vidas de una inmensidad de argentinos: desde lectores y dibujantes, grandes y chicos hasta colegas del dibujante mendocino.

Luego de que su editor, Daniel Divinsky, anunciara en Twitter la muerte del queridísimo creador mendocino, las redes sociales se poblaron de mensajes de despedida de todo el arco cultural y político de Argentina y de otros países.La viñeta más elegida para dar cuenta de su triste ausencia es aquella en que la inteligente Mafalda toma entre sus manos una curita y se pregunta cómo se hace para poder pegarla en su corazón.

«Se fue mi segundo Papá. Gracias por todo #Quino (1932-2020)», posteó el dibujante Miguel Rep, admirador y amigo del humorista gráfico, mientras que Tute, también se pronunció al respecto: «Hoy se nos fue Quino, a quien tanto quería. Maestro de maestros, inolvidable. Gracias por tanto, Quinito».

Incluso figuras tan variadas como la vicepresidenta Cristina Kirchner, el escritor brasileño Paulo Coelho, el expresidente de Bolivia Evo Morales, el cantante Diego Torres, la cuenta oficial de la Casa Rosada o el Ministerio de Cultura expresaron su pesar con un «Hasta siempre, Quino», para despedir al humorista que deja un imborrable legado en la cultura argentina.

«Mafalda lograba otra cosa, a diferencia de otras historietas; una voz ‘argentina’, un reconocerse en los personajes, en los muebles de sus casas, en las veredas del barrio. Mafalda y sus mundos parecían hablarnos directamente, parecían conocernos», asegura el dibujante y conductor de radio Gustavo Sala, en relación a la innovación en la obra de Quino.

«Siendo chicos y teniendo lecturas más ‘de género’ o simplemente ‘divertidas’, en Mafalda aparecía otra cosa: la política, el estado del mundo, una cierta tristeza que estaba todo el tiempo ahí. En ese sentido, quizás Mafalda haya sido un puente entre la historieta juvenil o infantil y la historieta adulta», agrega

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El Periodista