Segundo día de protestas en Santa Cruz y Cochabamba contra el triunfo del MAS en Bolivia
Los asistentes rechazaron los sondeos preliminares no oficiales que dieron como claro ganador a Arce, por más de 20 puntos de diferencia sobre el segundo, el expresidente y candidato de derecha Carlos Mesa. (Télam)
Las ciudades bolivianas de Cochabamba y Santa Cruz registraron ayer protestas por segundo día consecutivo en rechazo al triunfo del candidato del MAS (Movimiento al Socialismo), Luis Arce, en las elecciones presidenciales del domingo.
Cientos de personas convocadas por organizaciones de derecha se manifestaron en una céntrica plaza de Cochabamba contra la elección del candidato del partido del ex presidente Evo Morales, según mostraron medios locales.
Los asistentes rechazaron los sondeos preliminares no oficiales que dieron como claro ganador a Arce, por más de 20 puntos de diferencia sobre el segundo, el expresidente y candidato de derecha Carlos Mesa.
Asimismo, las organizaciones anunciaron que solicitarían la nulidad de las elecciones a pesar de que el conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) confirmaba el triunfo de Arce con un 54,51% de los votos, seguido por Mesa (29,21%), con más del 90% de las actas de las mesas de votación contabilizadas hasta la noche del miércoles.
«¡Anulación, Anulación, Anulación!», gritaron los centenares de personas que también se reunieron en la rotonda del Cristo Redentor de la ciudad de Santa Cruz, motor económico de Bolivia, donde denunciaron que la victoria de Arce se había logrado mediante un fraude, según la agencia de noticias AFP.
Por su parte, el Comité Pro Santa Cruz, una institución que aglutina a más de 400 entidades de la sociedad civil de dicho departamento, emitió un comunicado en el que se declaró en «alerta máxima y vigilia permanente» y se refirió a un «posible fraude electoral», tras exigir la suspensión del computo oficial y amenazar con volver a las calles si lo consideran necesario.
En La Paz, un centenar de personas rechazó también la elección que marca el retorno al poder del MAS, un año después de que Morales renunciara a la presidencia en medio de denuncias de fraude en los comicios en los que aspiraba un cuarto mandato consecutivo.
Arce lamentó ayer que haya grupos que no acepten una derrota que fue «muy contundente» y recurran a estas acciones «que recuerdan a octubre del año pasado», en referencia al levantamiento popular, policial y militar que desató las denuncias de fraude en 2019.
Este levantamiento terminó forzando a Morales a anular los resultados, que le daban la victoria, y, finalmente, a renunciar a su cargo y denunciar un golpe de Estado.
«Este tipo de cosas lo único que hacen es mostrar quiénes son los violentos», sentenció Arce.
Las misiones de observación descartaron vicios durante la elección del pasado domingo y felicitaron al TSE por su trabajo en el recuento de votos, así como también la actitud democrática de algunos de los contrincantes del MAS que aceptaron el triunfo de Arce.
«La gente votó en libertad y el resultado fue claro y contundente, lo que otorga una gran legitimidad al gobierno entrante, a las instituciones bolivianas y al proceso electoral», afirmó el jefe de la misión del la OEA, Manuel González, al publicar este miércoles el informe preliminar sobre los comicios del domingo.