Preocupa al Gobierno italiano radicalización de marchas contra medidas por coronavirus
La ministra del Interior de Italia, Luciana Lamorgese, pidió a la población que "tome distancia de los violentos", tras la seguidilla de disturbios registrados en varias ciudades del país durante las manifestaciones convocadas para protestar contra las últimas medidas tomadas por el Gobierno para frenar la propagación del coronavirus.(Télam)
«Manifestarse es un derecho, pero les pido que tomen distancia de los violentos», planteó Lamorgese en declaraciones divulgadas hoy por el sitio web del Ministerio, luego de los enfrentamientos entre manifestantes y policías que se vieron en Milán, Roma y Turín en las últimas dos noches.
«Extremistas de izquierda y derecha, anarquistas, ultras, italianos y extranjeros, muchas veces muy jóvenes, con antecedentes policiales por delitos comunes. Son grupos de criminales que se infiltran e instrumentalizan las protestas», agregó Lamorgese.
Anoche, unas 250 personas, la mayoría del grupo de ultraderecha Forza Nuova, se enfrentaron con la policía en la Plaza del Popolo del centro de Roma, durante una manifestación para protestar por el cierre de bares y restaurantes a las 18 dispuesto por el primer ministro Giuseppe Conte al menos hasta el 24 de noviembre.
Según el diario Repubblica, 16 personas, entre ellos militantes de ultraderecha y barrabravas del club Lazio, fueron arrestadas durante los desmanes, que fueron reprimidos con camiones hidrantes de la policía.
Los disturbios en Roma se suman a los que se dieron el lunes último en Milán y Turín, con más de 30 arrestos e intentos de saqueo en locales de lujo.
En ese marco, Lamorgese encabezó hoy una reunión del Comité Nacional para el Orden y la Seguridad Pública en la que se analizó «la situación del orden y la seguridad en el país, también a la luz de la aplicación de medidas de emergencia relacionadas con la prevención y contraste del contagio de la Covid-19», dijo el Ministerio en un comunicado.
Para hacer frente al malestar social, Conte anunció anoche un programa de reintegros para los sectores golpeados por las últimas medidas a través de un paquete de 5.000 millones de euros que incluirá, entre otros puntos, compensaciones de hasta 150.000 por local.
Mientas tanto, en un tono pacífico, y con manifestaciones en 25 ciudades, los trabajadores y propietarios de bares y restaurantes pidieron hoy al Gobierno que considere la ampliación del horario de la actividad hasta las 23.
«Queremos trabajar, no nos sirven estas pequeñas compensaciones. Nuestros locales son seguros, hemos invertido para formar al personal y hacer seguro al turno de la cena. ¿Es más seguro un restaurante que fue desinfectado o un colectivo donde no hay ningún tipo de distanciamiento, o el subte de Roma y Milán que son un foco del virus y siguen funcionando?», dijo a Télam el presidente de la cámara romana del sector, Sergio Paolantoni, en la convocatoria que encabezó frente al Panteón romano.
«Déjennos abrir hasta las 23, somos aliados del Gobierno en esta batalla: nosotros podemos controlar si los clientes usan el barbijo o si están distanciados, algo que en el transporte público no hace nadie por ejemplo», reclamó Paolantoni, en un marco en el que el sector advierte sobre el riesgo de cierre de 20.000 locales con las nuevas medidas.
Las protestas se dan en medio de una importante suba de los casos de coronavirus, que pasaron de un promedio de 2.500 al día en la primera semana de octubre a los 21.994 informados ayer, el número más alto desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado.
Hasta el momento, 37.700 personas murieron en Italia desde el comienzo del brote nacional, incluidas 221 víctimas anunciadas ayer y que constituyeron el número más alto desde los 242 fallecimientos del 15 de mayo.