Mafias parapoliciales dominan más de la mitad del territorio de Río y superaron a bandas narcos
Grupos parapoliciales que incluso están vinculados a sectores de la extrema derecha de la política controlan el 57,5 por ciento del territorio de la ciudad de Río de Janeiro y lograron imponerse por sobre las bandas de narcotraficantes que dominan las favelas, dice un estudio publicado hoy en Brasil.(Télam)
Las mafias parapoliciales, llamadas «milicias» en Brasil, tiene cuatro veces más de poder territorial que las organizaciones narcotraficantes, que dominan el 15,4 por ciento del área total de la ciudad maravillosa.
El estudio es parte de un grupo de estudio de la Universidad Federal Fluminense con aplicaciones digitales públicas y privadas sobre denuncias, investigaciones y delitos.
Los parapoliciales organizados ganaron relevancia a partir de los años ochenta con los llamados «escuadrones de la muerte», pero luego se organizaron a tal punto de ofrecer servicios como internet, tv por cable, seguridad privada dentro de las favelas para recaudar dinero y restarle poder a las bandas narcos.
Generalmente están comandadas por policías corruptos en actividad o expolicías destituidos por «gatillo fácil»: es el caso de los detenidos por haber asesinado a la concejal socialista Marielle Franco.
Los dos sicarios salieron en marzo de 2018 a cometer el homicidio de un condominio cerrado de casas en Barra de Tijuca donde vivía el entonces diputado Jair Bolsonaro, electo en octubre de aquel año.
El propio Bolsonaro cuando era diputado defendía la legalización de las milicias para detener la violencia en la ciudad.
«La extensión del dominio de las milicias en Rio de Janeiro impresiona por el hecho de que esos grupos empezaron a organizarse en su formato actual al inicio de los años 2000, mientras que grupos narcotraficantes como el Comando Vermelho surgieron en los años 1970» y otros en 1990, explican los autores del estudio en un comunicado.
Pero desde su surgimiento se han sofisticado al punto de convertirse en verdaderas mafias, que dominan barrios enteros a base de extorsiones, venta ilegal de servicios básicos y disputas armadas.
Incluso en los últimos años le disputan el control del tráfico de drogas al Comando Vermelho, mayor banda narco surgida en la prisión de alta seguridad de Ilha Grande, en Angra dos Reis, cuando se mezclaban los presos comunes con los detenidos políticos de la dictadura.
Recientemente, las autoridades desarticularon un grupo que se apropiaba ilegalmente de terrenos para construir y vender viviendas sin los permisos pertinente en la zona oeste de Río.
Dos edificios construidos de esta forma se derrumbaron en abril de 2019, provocando más de 20 muertes.
La semana pasada, 17 sospechosos de integrar una milicia fueron muertos en tiroteos con la policía de Río de Janeiro.
El estudio detectó que los lugares con más presencia de las mafias parapoliciales es la zona oeste de Río de Janeiro, donde se concentran Barra de Tijuca y la zona del exautódromo de Jacarepaguá y lo que en 2016 fue el Paruqe Olímpico de los Juegos de Río.
Además, las milicias han ganado en 15 años extremo poder en la llamada «Baixada Fluminense», unos nueve municipios del Gran Río de Janeiro donde se registran altos niveles de violencia y marginalidad social.