Italia busca atajar creciente malestar con restricciones por coronavirus
Luego de una noche de protestas y mientras sube la tensión en toda Italia por el rechazo a las nuevas medidas que restringen el horario de apertura de bares y restaurantes, el Gobierno anunció hoy un paquete de compensaciones para las empresas golpeadas, que llegará hasta los 150.000 euros por firma.( Télam)
El primer ministro Giuseppe Conte presentó este martes el nuevo decreto que establece el desembolso de hasta 5.000 millones de euros entre ayudas y moratorias fiscales para alcanzar a 300.000 empresas del rubro gastronómico y de la cultura afectadas por las últimas medidas para que puedan «afrontar diciembre con cierta serenidad».
El ministro de Economía, Roberto Gualtieri, agregó luego en conferencia de prensa que el paquete, oficializado en un decreto firmado este martes, incluirá ayudas de hasta 150.000 euros para cada local.
A la misma hora que Conte y Gualtieri anunciaban las nuevas medidas, unas 200 personas del grupo ultraderechista Fuerza Nueva protestaron en la Plaza del Popolo de Roma contra las últimas restricciones del Gobierno y se enfrentaron a la policía, en un nuevo capítulo de las protestas que el lunes habían sacudido varias ciudades italianas, con epicentro en Turín y Milán.
Las protestas se dan en medio de una importante suba de los casos de coronavirus, que pasaron de un promedio de 2.500 al día en la primera semana de octubre a los 21.994 informados hoy, el número más alto desde el inicio de la pandemia.
Unas 37.700 personas murieron en Italia desde el comienzo del brote nacional, incluidas 221 víctimas anunciadas hoy y que constituyen el número más alto desde los 242 fallecimientos del 15 de mayo.
Según informó hoy el diario Repubblica, 28 personas fueron arrestadas en Milán tras participar de una manifestación en rechazo al decreto que ordena el cierre de bares y restaurantes a las 18, y durante la cual grupos de encapuchados, sin barbijo, se enfrentaron a la policía y arrojaron bombas molotov a edificios públicos.
Otras diez personas fueron arrestadas en Turín en otra movilización en rechazo a las medidas de Conte en la que manifestantes rompieron vidrieras e intentaron saquear un negocio de carteras de lujo.
Diez agentes de las fuerzas de seguridad fueron heridos, informó el diario La Stampa.
Según la cadena RAI, en las dos protestas nocturnas hubo grupos de ultraderecha, como Forza Nuova entre los manifestantes, y barrabravas de los equipos de la zona.
En la sureña Nápoles, mientras tanto, centenares de personas marcharon en forma pacífica desde la céntrica Plaza del Plebiscito hasta la sede del Gobierno regional para reclamar dar marcha atrás con el cierre de locales a las 18 y pedir la renuncia del Gobernador de la región Campania, Vincenzo De Luca.
Propietarios de bares y restaurantes advirtieron que la eliminación del turno de la cena, que representa en algunos casos hasta el 60% de la facturación, podría provocar el cierre de unos 20.000 locales.
Estos se sumarían a otros 90.000 afectados por la primera ola de contagios en una Italia que enfrenta la peor recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial.
Mientras tanto, en otras manifestaciones en Cremona, Catania, Treviso y Viareggio, entre otras ciudades, los participantes también provocaron incidentes en rechazo a las medidas decretadas por Conte hasta el 24 de noviembre.
Al mismo tiempo, la posibilidad de un cierre total de actividades en la norteña Lombardía, el motor económico del país y la región más golpeada desde el inicio de la pandemia, dividió hoy a científicos y técnicos.
Por un lado, el asesor del ministerio de Salud Walter Ricciardi, se mostró favorable a una cuarentena focalizada en Milán, capital de Lombardía, y Nápoles, capital de la sureña Campania, donde consideró que la circulación del virus es más alta que en el resto del país.
El Gobernador lombardo, Attilio Fontana, descartó un nuevo cierre en declaraciones radiales y aseguró que la posibilidad de una nueva cuarentena en la región que aporta el 22% de la economía italiana «está excluida»:
Mientras tanto, el presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), Silvio Brusaferro, planteó que una nueva cuarentena generalizada en todo el país solo podría ser una medida de «uso extremo», en línea con la idea del premier Conte de evitar un cierre total.
Por su parte, el sindicato médico de Italia advirtió hoy que hay una falta de 4.000 especialistas en todo el país, de cara a la segunda ola de coronavirus.