Ataques cruzados entre Azerbaiyán y Armenia elevan aún más la tensión en la zona
El aumento de la violencia pone en evidencia la imposibilidad de la comunidad internacional para calmar la situación en Nagorno Karabaj, un enclave sumido en un conflicto que implica también a potencias regionales como Rusia y Turquía. (Télam)
Azerbaiyán juró hoy vengar la muerte de 13 civiles en un bombardeo nocturno en una zona residencial en Ganyá, la segunda ciudad del país, un ataque que marca una escalada en el conflicto entre azerbaiyanos y armenios en Nagorno Karabaj.
Una horas antes de ese bombardeo se registraron ataques azerbaiyanos contra la capital del territorio separatista, Stepanakert, según comprobó la agencia de noticias AFP en la ciudad, abandonada por la mayoría de sus habitantes desde el inicio de los enfrentamientos, el 27 de septiembre.
Al ataque en Ganyá esta madrugada le siguió un segundo bombardeo en otra parte de la ciudad, además de un disparo contra la localidad estratégica de Mingachevir, a unos 80 kilómetros al norte de la primera.
El aumento de la violencia pone en evidencia la imposibilidad de la comunidad internacional para calmar la situación en Nagorno Karabaj, un enclave sumido en un conflicto que implica también a potencias regionales como Rusia y Turquía.
Este territorio, poblado en su mayoría por armenios cristianos, se separó de Azerbaiyán, país musulmán chiita de habla turca, poco antes de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, dando lugar a una guerra que dejó 30.000 muertos en la década de 1990.
Desde 1994 rige un alto el fuego interrumpido a menudo por choques y enfrentamientos.
En Ganyá, varias viviendas quedaron destruidas por un misil, que cayó en la madrugada y que según el fiscal general provocó la muerte de 13 civiles y causó heridas a otros 45.
Los vecinos huyeron del lugar, algunos en pijama y pantuflas.
«Estábamos durmiendo. Los niños estaban mirando la tele», contó Rubaba Zhafarova, de 65 años, frente a su casa, destruida. «Todas las casas de los alrededores fueron destruidas. Mucha gente está bajo los escombros. Algunos están muertos, otros, heridos», dijo.
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, aseguró que «vengará» a los civiles muertos en el ataque.
«Este crimen cobarde no quebrará la voluntad de nuestro pueblo. Vamos a responder en el campo de batalla, vamos a vengarnos en el campo de batalla», dijo, prometiendo que «cazarán como a perros» a sus enemigos armenios.
Ganyá, una ciudad de más de 300.000 habitantes, ya había sido bombardeada el domingo por un misil que causó 10 muertos.
Por otro lado, en la ciudad de Mingachevir, ubicada a unos 80 kilómetros al norte de Ganyá, se escuchó una potente explosión que hizo temblar los edificios más o menos a la misma hora.
Mingachevir está protegida por un sistema antimisiles ya que alberga un dique estratégico. No se sabe hasta el momento si los misiles fueron destruidos en pleno vuelo o si alcanzaron la ciudad.
Los armenios no hicieron ningún comentario sobre el ataque contra Ganyá y afirmaron en cambio que, como Azerbaiyán apuntó contra infraestructuras civiles de la ciudades de Stepanakert y Chucha, «se llevaron a cabo operaciones para detener al adversario».
En el frente, los combates proseguían y Azerbaiyán y Armenia se acusan mutuamente de violar el alto el fuego y de apuntar contra civiles.
El ejército azerbaiyano anunció que avanzó por el norte y por el sur de la línea del frente, destruyendo equipos militares, armamento y dejando «muchos muertos».
Azerbaiyán logró conquistas territoriales en las últimas tres semanas, aunque no obtuvo ningún triunfo decisivo.
La comunidad internacional teme que el conflicto se internacionalice dado que Turquía apoya a Azerbaiyán mientras que Armenia forma parte de una alianza militar con Rusia.