Recién en febrero comenzará a ser penado en Chile uso y fabricación de armas químicas
Sustancias como el agente nervioso Novichok, con el que se atentó contra el opositor ruso Alexei Navalny, recién quedaron fuera de la ley tras la aprobación de una nueva normativa el mes pasado.
Luego de suscribir al primer acuerdo internacional de desarme de armas químicas, que entró en vigencia en 1997 y que fue liderado por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Chile debió esperar más de dos décadas para tener una herramienta jurídica que regule la industria química, asegure la eliminación de este tipo de armas y tipifique delitos en relación a su uso.
El 7 de agosto recién pasado se promulgó la ley 21.250, que en su artículo número cinco señala que están prohibidas las armas químicas en nuestro país. De esta manera, la norma implementa la convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el empleo de armas químicas y sobre su destrucción y la convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y sobre su destrucción. La norma entrará en vigencia el 18 de febrero de 2021.
La medida ha sido bien recibida por la comunidad científica, dado el riesgo que representa la exposición a este tipo de armas de destrucción masiva.
“Las armas químicas son tóxicos letales y por tanto deben ser reguladas. La aprobación de esta ley es muy importante”, sostiene María Fernanda Cavieres, doctora en Toxicología y académica de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad de Valparaíso.
Un ejemplo de la amenaza que representa el uso de sustancias tóxicas para fines bélicos o terroristas es el agente nervioso Novichok, detectado en el cuerpo del opositor ruso Alexei Navalny. Se trata de una sustancia neurotóxica, que es parte de un grupo avanzado de armas químicas, también conocidas como gases nerviosos.
“Los gases nerviosos o neurotóxicos actúan modificando la actividad del sistema nervioso parasimpático, el que se encarga, entre otras cosas, de controlar actos y funciones involuntarias del organismo”, afirma la doctora Cavieres.
Esta potente neurotoxina, desarrollada en los años 80 y 90 por la Unión Soviética y luego Rusia, es más letal incluso que el gas sarín (el cual es conocido por haber sido utilizado en el atentado al metro de Tokio en 1995) y puede terminar rápidamente con la vida de una persona con una bajísima dosis.
Efectos
La doctora Cavieres agrega que los efectos de estas neurotoxinas dependerán del tipo de agente utilizado, la dosis y de la vía de exposición.
“Si la exposición es por vía respiratoria, una de las primeras manifestaciones surge en el tracto respiratorio con broncorrea, es decir, aumento de las secreciones y broncoconstricción. Ambos llevan a dificultades respiratorias rápidamente. También ocurre bradicardia, que es el enlentecimiento de la frecuencia cardiaca. Si la exposición es por vía oral, las primeras manifestaciones serán gástricas, con nauseas, vómitos, diarreas y mucho dolor abdominal, a lo que luego se agregarán las dificultades respiratorias y cardíacas. Si la dosis es suficiente, la persona puede morir rápidamente por un paro cardiorespiratorio”, afirma.
De acuerdo a la literatura científica, estos agentes neurotóxicos han sido desarrollados para ser utilizados bajo distintas formas, es decir, las personas podrían estar expuestos a través de la inhalación, su ingesta o por tocar alguna superficie o material que lo contenga.
Antídoto
La doctora Cavieres advierte que el agente Novichok tienen una estructura organofosforada y explica que los organofosforados son también un grupo de plaguicidas muy utilizados en el mundo, por lo tanto existe un manejo conocido para la intoxicación con estos agentes.
“Lo más importante es un tratamiento muy precoz para la administración de un antídoto, pues si pasan más de doce horas desde la intoxicación, este antídoto ya no funciona. Existe una entrevista en un medio de prensa británico al equipo médico que atendió a un padre con su hija en Inglaterra en la que señalan que ellos hipotetizaron tempranamente que las manifestaciones eran debidas a un producto de este tipo, por lo que pudieron actuar a tiempo. Por lo que sabemos, en el caso del opositor ruso no hubo un tratamiento específico temprano. Al contrario, se dejaron pasar varios días antes de llevarlo a Alemania, donde todavía se encuentra inconsciente y con ventilación artificial”.
La doctora Cavieres también señaló que en caso de que la persona sobreviva, las secuelas pueden ser temporales o permanentes: “Para otros agentes neurotóxicos se han informado dificultades visuales, motoras y respiratorias que duran varios meses después de la intoxicación. Algunas dificultades motoras pueden ser permanentes”, concluye.