Presidenta de facto de Bolivia festeja la inhabilitación electoral de Evo Morales
La presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, celebró hoy la anulación de la candidatura a senador de su predecesor, Evo Morales, al afirmar que la decisión se tomó "con la ley en la mano, sin violencia y sin enfrentamientos". (Télam)
El Tribunal Departamental de Justicia de La Paz rechazó ayer un recurso de amparo interpuesto por la defensa del exmandatario y ratificó su inhabilitación para postularse a una banca en el Senado en las elecciones generales del 18 de octubre próximo.
De este modo, el tribunal dejó firme la resolución de inhabilitarlo que había adoptado en febrero pasado el Tribunal Supremo Electoral (TSE) porque Morales no cumple el requisito legal de residencia en el país en los dos años inmediatos anteriores a los comicios.
Morales vive desde noviembre pasado en la Argentina, luego de que renunciara a la Presidencia tras sufrir presiones del Ejército y denunciar un golpe de Estado tras unas elecciones en las que había sido reelecto aunque con sospechas de fraude.
Morales calificó de «ilegal e inconstitucional» la decisión del tribunal de inhabilitarlo aunque prometió acatar la orden.
«La historia demuestra que podrán inhabilitar a Evo pero no podrán proscribir al pueblo», advirtió, confiado en que «el pueblo volverá a gobernarse a sí mismo, pacífica y democráticamente», tarde o temprano.
Áñez, que aspira a seguir en la jefatura de Estado tras los comicios del 18 de octubre, reaccionó en Twitter reivindicando que se logró frenar al Movimiento al Socialismo (MAS) «en dos oportunidades».
«Lo hemos hecho con la ley en la mano, sin violencia y sin enfrentamientos. Somos los únicos que podemos evitar que vuelvan y que Evo Morales quede impune porque respetamos la ley y amamos la democracia», señaló.
«¿Carlos Mesa frenó al MAS alguna vez?», preguntó la presidenta de facto, en referencia al expresidente, que también se presenta como candidato en las elecciones.
Mesa también, por su parte, festejó la anulación de la candidatura de Morales, y aplaudió que se dé validez a los criterios del TSE.
«La única instancia con la legitimidad para decidir sobre temas electorales», dijo.
Con ese escenario de fondo, el domingo pasado comenzó formalmente la campaña electoral, adaptada a los tiempos de la pandemia de coronavirus, con actos a través de Internet y caravanas de vehículos en Santa Cruz de la Sierra.
El candidato presidencial del MAS, Luis Arce, encabeza las encuestas de intención de voto aunque sin el margen suficiente para consagrarse en primera vuelta, y detrás de él tienen buenas chances Áñez y Mesa.
En tanto, la Unión Europea (UE), anunció que desplegará una misión reforzada para la observación de las elecciones.
«La organización de elecciones legítimas y creíbles es de suma importancia para el pueblo boliviano, que está dispuesto a reafirmar su compromiso con los valores democráticos y restaurar la necesaria estabilidad del país», manifestó en un comunicado el alto representante del bloque para la Política Exterior, Josep Borrell.
La misión estará compuesta por cinco o seis expertos que se encargarán de realizar un análisis exhaustivo e integral del proceso electoral y luego emitirán un informe, informó la agencia de noticias EFE.
Además de la misión, la UE aportará una ayuda de 2 millones de euros al Tribunal Supremo Electoral de Bolivia, a fin de garantizar que los comicios respeten los estándares internacionales de comicios democráticos.
A estos 2 millones se suma un presupuesto de 600.000 euros que, desde el instrumento de la UE para la democracia y los derechos humanos, se otorgará a organizaciones de la sociedad civil boliviana para que actúen como observadores nacionales del proceso.
Las elecciones generales estaban previstas para el pasado 3 de mayo, para las cuales la UE ya había anunciado el despliegue de una misión, pero se pospusieron por la pandemia de Covid-19, primero al 6 de septiembre y ahora al 18 de octubre.