Países africanos exigen un presidente civil en Mali para la transición tras el golpe de Estado
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao), un grupo que reúne a 15 países de esa región, accedió hoy a que la transición en Mali tras el golpe de Estado dure 18 meses, pero exigió la designación cuanto antes de un presidente civil interino que se encargue de llamar a elecciones. (Télam)
Los jefes de Estado de la organización regional hicieron estas exigencias al reunirse con los militares que el 18 de agosto pasado se amotinaron, detuvieron al expresidente Ibrahim Bubakar Keita y tomaron el poder.
La Cedeao había instado el 7 de septiembre pasado la puesta en marcha antes del 15 de septiembre de una transición encabezada por civiles y que desembocara en elecciones en un plazo máximo de 12 meses, indicó la agencia de noticias Europa Press.
Sin embargo, tras las recientes consultas mantenidas por la junta militar con la oposición y la sociedad civil en Mali, se pactó un calendario que prevé una transición de 18 meses con un presidente «civil o militar» al frente y la formación de un nuevo Ejecutivo.
En ese sentido, los presidentes regionales aceptaron la «duración máxima» de 18 meses, contando a partir del 15 de septiembre» y dejaron en claro que tanto el presidente como el primer ministro durante este periodo deben ser civiles.
Los mandatarios de la Cedeao estipularon que levantarán las sanciones económicas impuestas una vez que empiece la transición civil.
Los militares ya permitieron que el expresidente Keita, que renunció horas después del golpe, viaje a Emiratos Árabes Unidos a recibir tratamiento médico, pero todavía mantienen cautivos al exprimer ministro Boubou Cissé y otros altos cargos detenidos.
Las tensiones políticas en el país africano se agudizaron desde la reelección de Keita como presidente del país en agosto de 2018, en unos comicios marcados por numerosas irregularidades, según la oposición.
Mali tuvo un golpe similar en 2012 que creó un vacío de poder que permitió a grupos rebeldes y yihadistas tomar el control de ciudades clave del norte hasta que una operación militar dirigida por Francia, ex potencia colonial, expulsó a los insurgentes de los centros urbanos al año siguiente.