Gobierno de Colombia pide perdón por la violencia policial

La muerte de otra persona elevó al menos a 11 el número de fallecidos, en su mayoría jóvenes, que fueron baleados en las protestas contra la violencia policial que sacudieron a Colombia en los últimos dos días y que motivó hoy un pedido de "perdón" por parte del ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.

Cientos de personas más resultaron heridas en los choques y disturbios, con epicentro en la capital Bogotá, que estallaron en repudio a la agresión que sufrió el martes pasado el abogado Javier Ordóñez, de 43 años, a manos de uniformados que lo sometieron en el suelo a varias descargas con un arma eléctrica.

El letrado murió después de ser llevado a un Comando de Acción Inmediata (CAI) de la Policía Nacional, en cuyo interior recibió todo tipo de agresiones que le causaron el deceso.

Dos de los uniformados fueron expulsados de la fuerza y otros cinco sospechosos están siendo investigados, se informó oficialmente.

Holmes Trujillo, quien pidió perdón público a nombre de la policía, se declaró indignado y embistió duramente contra los responsables del brutal episodio.

«Con respecto a la muerte de Javier Humberto Ordóñez que nos duele y nos indigna, la Policía nacional pide perdón por cualquier violación a la ley o desconocimiento de los reglamentos en que haya incurrido cualquiera de los miembros de la institución», señaló el funcionario en una declaración acompañado de mandos policiales.

Anoche se desencadenaron nuevas protestas, aunque parecían menos intensas en Bogotá que en ciudades como Medellín, en el noroeste del país, y la sureña Cali, donde hubo fuertes enfrentamientos con la policía, informó la agencia de noticias AFP.

En tanto la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lamentó que la policía, blanco de las revueltas, hiciera «uso indiscriminado» de la fuerza y armas de fuego.

«¿Qué clase de entrenamiento reciben para tener esa respuesta absolutamente desproporcionada ante una protesta?», se preguntó la mandataria local opositora.

En Bogotá perecieron siete jóvenes entre los 17 y 27 años por heridas de bala y tres personas más murieron en el vecino municipio de Soacha, según reportaron las autoridades.

Además, una mujer murió atropellada por un colectivo hurtado por «un vándalo», dijo Trujillo.

Las protestas dejan además 209 civiles y 194 uniformados heridos, junto con decenas de puestos de policía destruidos y daños en vehículos de servicio público.

López remarcó que una violencia así no se registraba ni «en un combate en las peores épocas del conflicto armado en Colombia».

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, un órgano de la OEA, condenó «enfáticamente los casos de brutalidad y abuso policial» en el país.

El Gobierno reportó 101 detenidos en las protestas, que amenazan con propagarse en las próximas horas.

La agresión policial que desató el caos ocurrió en la madrugada del miércoles en el noroeste de Bogotá.

Un video muestra a dos efectivos cuando reducen a Ordóñez, a quien, ya en el suelo, propinan al menos cinco descargas de varios segundos con un arma eléctrica.

Las investigaciones y necropsia en curso deberán esclarecer las causas del deceso.

La policía colombiana dijo que atendió un llamado por desórdenes por consumo de alcohol. Según esa versión, Ordóñez intentó golpear a dos uniformados que lo inmovilizaron y activaron su arma eléctrica.

Sin embargo, Eliana Garzón, excuñada de la víctima, dijo a la AFP que Ordóñez fue abordado por los policías cuando «iba a comprar más tragos con sus amigos». Uno de ellos grabó el video que se volvió viral.

El presidente derechista Iván Duque volvió a prometer ayer una investigación «con total rigor para tener absoluta certeza sobre los hechos».

Sin embargo, rechazó que se «estigmatice y se les llame asesinos» a los uniformados por «responsabilidades» puntuales.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista