Francia lanza un plan de crecimiento y recuperación industrial tras crisis por el coronavirus
Con un plan de recuperación lanzado hoy, centrado en la aceleración del crecimiento ecológico, la reconstrucción del tejido industrial y el empleo juvenil, Francia busca cortar la sequía económica provocada por el coronavirus y preparar al país para ser más competitivo en los próximos años. (Télam)
El primer ministro, Jean Castex, anunció el contenido del plan tras el Consejo de Ministros, y dijo que se movilizarán 100.000 millones de euros en los próximos dos años, una cantidad cuatro veces superior a la utilizada frente a la crisis financiera de 2008.
Esa cifra «es la cantidad que nuestra economía necesita para recuperar desde 2022 nuestro nivel de riqueza anterior a la crisis», afirmó Castex aludiendo a los efectos de la pandemia, en una rueda de prensa en la que calificó el objetivo de «ambicioso, pero perfectamente alcanzable».
También dijo que el plan, que calificó de «histórico» tiene un fuerte carácter europeo y será clave para la soberanía de la Unión Europea (UE), según informó la agencia de noticias EFE.
En la conferencia, Castex estuvo acompañado por los ministros de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire; de Transición Ecológica, Barbara Pompili, y de Empleo, Elisabeth Borne, que representan los tres grandes sectores sobre los que se centrará la inversión: medio ambiente, competitividad económica y empleo.
«Francia saldrá más fuerte de la crisis económica de lo que entró, con una economía más competitiva y más solidaria», dijo Le Maire.
Un 30% del dinero, 30.000 millones de euros, irán destinados a reverdecer la economía, con la renovación y el aislamiento térmico de edificios públicos y privados (escuelas, hospitales, etc.), pero el plan también tendrá una especial atención a la inversión en transporte ferroviario y la bicicleta en el día a día.
Habrá primas energéticas para acompañar a los ciudadanos en la remodelación de sus hogares y para empresas en la transformación de proyectos innovadores, especialmente en los sectores sanitario, agrícola, o el del hidrógeno como fuente de energía.
Un 35%, 35.000 millones de euros, se invertirá en la competitividad y la reindustrialización, lo que incluye una medida para reducir los impuestos de producción en 20.000 millones de euros en los dos próximos años y mantenerlos a largo plazo.
La industria y el comercio serán los sectores más apoyados, con especial atención a la pequeña y mediana empresa.
En este ámbito, Francia pretende impulsar la reconstrucción del tejido industrial y facilitar la reubicación en sus fronteras de actividades en sectores «vitales» como sanidad, agricultura y tecnología.
La crisis derivada de la epidemia del coronavirus llevará este año la deuda pública del país hasta el 120% del PBI francés.
Francia lleva registrados unos 270.000 casos positivos de Covid-19, de los cuales algo más de 30.000 terminaron en la muerte de los pacientes.
El Gobierno insiste en que el plan beneficiará a todos los franceses, desde las clases más modestas, y que estos 100.000 millones de euros son una inversión cuyo impacto será «casi totalmente» absorbido a partir de 2025.
Pese al fuerte peso que el Gobierno asegura otorgar a la ecología, el plan recibió críticas de los defensores del sector, que lo consideran insuficiente, y el líder del sindicato CGT, Philippe Martinez, para quien las ayudas a empresas deberían estar condicionadas a la creación de empleo.