Firme repudio desde ámbitos político y gremial a protesta policial bonaerense en Quinta Presidencial
La protesta de efectivos de la Policía Bonaerense frente a la Residencia Presidencial de Olivos cosechó hoy el fuerte repudio de buena parte del arco político y de las principales centrales sindicales, que llamaron a respetar la "insitucionalidad" y encausar el conflicto por la vía "democrática".(Télam)
El Partido Justicialista, la CGT, las dos CTA y legisladores e intendentes del oficialismo cuestionaron la modalidad del reclamo policial bonaerense, llamaron a respetar la «institucionalidad» y repudiaron «la manipulación política» y las «actitudes desestablizantes» que le atribuyen a sectores de Juntos por el Cambio durante la evolución de las protestas.
En tanto, distintas organizaciones sociales desactivaron por «expreso pedido de las máximas autoridades» la marcha hacia la residencia presidencial de Olivos que había sido convocada para hoy a las 20 con el objetivo de «repudiar las acciones desestabilizadoras» y la metodología de protesta de efectivos de la policía bonaerense.
«Por expreso pedido de las máximas autoridades, suspendemos la convocatoria de hoy a las 20. Esperamos que las armas y vehículos del gobierno constitucional argentino no se usen para desafiar la democracia», escribió en su cuenta de Twitter el referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos, Juan Grabois.
La convocatoria había sido realizada por el Frente Popular Darío Santillán, el Movimiento Territorial La Dignidad, el Frente Patria Grande, el Movimiento Somos Barrios de Pie, liderado por Daniel Menéndez, y la Corriente Nacional Martín Fierro.
A través de un comunicado de prensa, PJ nacional expresó su «más firme apoyo a las autoridades institucionales de la provincia», cuando se cumplen hoy tres días consecutivos de protesta de efectivos de la Policía Bonaerense, que incluso se replicó en las puertas de la Residencia Presidencial de Olivos y frente a la Gobernación provincial.
El Partido Justicialista, principal fuerza integrante del gobernante Frente de Todos, apuntó contra la «manipulación política de la protesta» protagonizada por «quienes fueron gobierno durante cuatro años y generaron la pérdida de poder adquisitivo y empeoramiento de las condiciones laborales de todos los trabajadores argentinos, tanto del sector público como privado».
El PJ nacional, que conduce el diputado José Luis Gioja, subrayó que «las consignas de diálogo, institucionalidad y república están vacías de contenido cuando son acompañadas por actitudes desestabilizantes para el sistema institucional y democrático».
La protesta frente a la Quinta presidencial fue repudiada por algunos dirigentes de la UCR, en contraste con el silencio, al menos hasta esta tarde, de los líderes del PRO y la Coalición Cívica, como el expresidente Mauricio Macri, la exgobernadora María Eugenia Vidal y la exdiputada Elisa Carrió.
En cambio, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, calificó de «inadmisible» a la presencia de efectivos de la Policía Bonaerense en la Quinta Presidencial de Olivos y dijo que «no es la forma ni el lugar» para llevar adelante un reclamo salarial.
«El reclamo salarial debe ser canalizado en el ámbito que corresponda. El diálogo es el camino», aseguró Rodríguez Larreta a través de una publicación en sus redes sociales.
Diputados de la UCR, como Facundo Suarez Lastra y Emilio Yacobitti, entre otros, salieron a desmarcarse de la postura de sus aliados del PRO, en Juntos por el Cambio (JxC), al considerar «inaceptable» la protesta policial bonerense frente a Quinta Presidencial y señalar que la única manera de solucionar el conflicto es mediante un «dialogo responsable».
De igual modo, se expresaron los senadores radicales Luis Naidenoff, titular del interbloque en la Cámara alta, y Martín Lousteau.
«Hay que enviar una señal muy fuerte. El derecho de protesta debe encauzarse en los canales institucionales de la Argentina», dijo Naidenoff.
Por su parte, el porteño Martín Lousteau reclamó «bajar el nivel de la confrontación y el agravio fácil» y agregó que «la protesta policial debe hacerse en el marco del respeto y la subordinación a las autoridades democráticas».
En un pronunciamiento conjunto los bloques de diputados y senadores nacionales del oficialista Frente de Todos expresaron su «repudio y preocupación ante la manifestación de algunos efectivos armados de la policía bonaerense»,
Para los legisladores oficialistas, «rodear la Quinta Presidencial y la Casa de Gobierno de la Provincia con efectivos armados, que de ninguna manera representan al conjunto de la policía bonaerense, es una actitud de amedrentamiento que no puede aceptarse en democracia y debe ser repudiada por todo el arco político».
«Las armas y los patrulleros que le otorgan la Constitución a las fuerzas de seguridad son para cuidar a los ciudadanos y ciudadanas», remarcaron.
En tanto, el consejo directivo de la CGT condenó «el exceso del legítimo reclamo» de los policías bonaerenses y aseguró que «la defensa de los derechos laborales de los integrantes de esa fuerza se transformó con el paso de las horas en una real amenaza para el normal funcionamiento del Estado».
La CGT que colideran Héctor Daer y Carlos Acuña sostuvo en un comunicado que «la visibilización del descontento policial quedó expuesta en las primeras horas del conflicto y, todas las acciones posteriores, constituyen un exceso que atenta contra el normal funcionamiento de las instituciones».
Los integrantes del consejo directivo cegetista reclamaron que «la Policía de la provincia de Buenos Aires respete el orden jerárquico y se subordine a los mandos institucionales», y señalaron que «la desigualdad social, la pandemia de coronavirus y la difícil realidad económica no justifica la insubordinación».
También los Intendentes del Frente de Todos de la tercera sección electoral rechazaron la protesta por considerarla como una «amenaza y un amedrentamiento».
Bajo el título «El Reclamo es Justo. El Método No», los jefes comunales difundieron en las redes un comunicado en el que consignaron que se puede «comprender el reclamo salarial de las fuerzas de seguridad bonaerense, pero la actitud de rodear la quinta presidencial es un acto de amenaza y amedrentamiento contra el gobierno».
El posteo en las redes redes del comunicado fue realizado, entre otros, por la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza; y los jefes comunales de Avellaneda, Jorge Ferraresi; de Almirante Brown, Mariano Cascallares; de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde y de Hurlingham, Juan Zabaleta, entre otros.
Numerosas organizaciones sindicales se solidarizaron con Kicillof, como los municipales, ambas CTA, la Asociación Bancaria (AB) y los estatales (ATE) y repudiaron lo que consideraron «una maniobra política contra las instituciones».
Desde la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), su titular, Hugo Yasky, exhortó a la Policía Bonaerense a encauzar la protesta en el «marco de la ley» y afirmó que «no se puede convertir el reclamo en una especie de acto sedicioso».