Con candidato único, Trump está cerca de imponer el primer presidente no latinoamericano del BID
El asesor del presidente Donald Trump para Latinoamérica, Mauricio Claver-Carone, es el único candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), informó hoy la institución en un comunicado, y si no hay sobresaltos de última hora, ocupará el puesto tradicionalmente reservado a un latinoamericano.
La presentación de un candidato estadounidense, que generó resistencias en la región, rompió una tradición implícita por la cual esta institución siempre fue encabezada por un latinoamericano.
Ayer, día que cerró el periodo para presentar candidaturas y la elección para nombrar al sucesor del colombiano Luis Alberto Moreno, Argentina anunció que se abstendrá en las elecciones y que no presentará la candidatura de Gustavo Beliz para la presidencia del organismo.
La decisión de Trump de presentar un candidato generó especial rechazo en Argentina, Costa Rica, Chile y México, que buscaron que la votación, que ya había sido postergada por la pandemia, fuera aplazada, según informó la agencia de noticias AFP.
El principal contendiente de Claver-Carone, tras el retiro de la candidatura de la exmandataria costarricense Laura Chinchilla, era Beliz.
«Dejamos asentada nuestra coincidencia con las múltiples y respetadas voces de las más varias procedencias políticas, académicas, sociales e ideológicas que han expresado la inconveniencia para América Latina y el Caribe de vulnerar una tradición de gobernanza regional», indicó la presidencia de Alberto Fernández en un comunicado.
Argentina -que invitó al resto de países a abstenerse también- se hizo eco de varias críticas al Gobierno de Trump por proponer un candidato.
Una declaración conjunta a fines de agosto de los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil, 1995-2002); Ernesto Zedillo (México, 1994-2000); Felipe González (España, 1982-1996); Ricardo Lagos (Chile, 2000-2006); Juan Manuel Santos (Colombia, 2010-2018); y Julio María Sanguinetti (Uruguay, 1985-1990 y 1995-2000) acusó a Trump de querer «imponer» un candidato.
Los mandatarios señalaron además que la postulación estadounidense constituye una «agresión a la dignidad latinoamericana».
La decisión de Trump, además de romper con la tradición de dejar el BID en manos de dirigentes latinoamericanos, permitiría a EEUU, a partir de septiembre, controlar sin mediación el mayor organismo de crédito regional, en un momento de crisis económica, cuando sus préstamos serán clave.
Desde que el BID se fundó en 1959, el Presidente fue elegido entre los candidatos presentados por los 26 países latinoamericanos, que son los únicos posibles beneficiarios de los préstamos.
La elección se dirime en una votación de la Asamblea de Gobernadores, el máximo órgano deliberativo de la institución, convocada para deliberar mañana y pasado.
En ese cuerpo EEUU concentra un 30% del poder de voto, los 26 países latinoamericanos apenas un poco más del 50% y Canadá, 16 países europeos, algunas de las principales potencias asiáticas e Israel, casi un 20%.
Un candidato necesita superar el 50% de este poder de voto, pero también contar con el apoyo de la mayoría absoluta de los países miembros del continente americano, es decir, de al menos 14 Estados.