Al menos siete muertos y decenas de miles de evacuados en incendios de la costa oeste de EEUU

Decenas de miles de habitantes de la costa oeste de Estados Unidos debieron ser evacuados por el avance de los incendios que ya dejaron al menos siete muertos en los estados de Oregón, Washington y California, y en este último distrito las autoridades calculan que se perdieron cerca de un millón de hectáreas. (Télam)

Las autoridades estiman que solo en California cerca de 14.000 los bomberos combaten los incendios y no descartan que el número de víctimas fatales se incremente por la imposibilidad hasta el momento de ingresar a algunos sectores.

Al menos cinco localidades de Oregón quedaron «sustancialmente destruidas», aseguró la gobernadora de ese distrito, Kate Brown, que confirmó que se continúan realizando “extensas evacuaciones” en el estado, informó AFP.

«Quiero ser franca al decir que esperamos ver una gran pérdida. Esta podría ser la mayor pérdida de vidas humanas y propiedades debido a los incendios forestales en la historia de nuestro estado», dijo Brown en una conferencia de prensa.

En tanto, las brigadas de los estados vecinos de California y Washington también luchan por contener los incendios que desde el fin de semana se extienden a gran velocidad como consecuencia de las altas temperaturas y los vientos fuertes que se registran.

Una de las víctimas fatales fue un bebé de un año, cuyos padres resultaron con graves quemaduras mientras trataban de huir de un incendio en el estado de Washington.

Tres personas no identificadas murieron en el norte de California, mientras que otras dos fallecieron en Oregón, en la región del Santiam Canyon.

«No van a ser los únicos fallecidos allí (en Santiam)», aseguró el sheriff del condado de Marion, Joe Kast.

Por su parte, Sandra Spelliscy, funcionaria de Talent, en Oregón, dijo que solo «ruinas» humeantes pueden verse en grandes zonas de su comunidad. «Hay numerosos vecindarios donde no quedaron estructuras en pie».

Personal de los equipos de emergencia ordenaron la evacuación de Estacada, una ciudad rural ubicada a unos 48 kilómetros al sureste de Portland, pero algunos residentes se negaron a abandonar su propiedad.

En California, habitantes de la Bahía de San Francisco amanecieron con un cielo anaranjado mientras que en otros sectores el cielo era tan oscuro que parecía ser de noche y en algunas zonas había cenizas cayendo como nieve.

«Los cielos anaranjados de esta mañana son el resultado del humo de los incendios forestales», dijeron funcionarios de la oficina de calidad del aire de la Bahía de San Francisco en un mensaje en Twitter.

Gran parte del humo provenía del norte, donde surgió un foco al que denominaron «bear fire» durante la noche y que avanzó a una velocidad sin precedentes, combinándose en su camino con fuegos previos y arrasando a su paso unas 100.000 hectáreas, lo que puso en peligro a la ciudad de Oroville.

Las autoridades emitieron también una advertencia de evacuación a la ciudad de Paradise, donde hace dos años el incendio con más víctimas de la historia moderna de California dejó 86 fallecidos.

Otro de los focos que se expandió muy rápidamente fue «August Complex Fire», que ya se convirtió en el segundo más grande en la historia del estado, afectando unas 170.000 hectáreas.

En tanto, en el centro de California los bomberos combaten incansablemente las llamas del «Creek Fire» mientras gruesas columnas de humo subían del bosque de Sierra.

En el estado de Washington, donde la ciudad de Malden quedó diezmada, el gobernador Jay Inslee describió los incendios como «sin precedentes y descorazonadores».

«Vivimos en un mundo nuevo. Ya no es el Washington de antes», expresó al denunciar al cambio climático como principal agente del desastre.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

El Periodista