Un tribunal condena por incitación al asedio a una activista de las protestas en Hong Kong
La activista Agnes Chow, una de las líderes de las protestas antigubernamentales en Hong Kong, fue condenada hoy por incitar al asedio de una comisaría durante la última ola de masivas manifestaciones registrada en la excolonia británica en verano de 2019.(Telam)
El Tribunal del distrito hongkonés de West Kowloon condenó hoy formalmente a la activista, quien había admitido en julio pasado haber incitado a otros a unirse a la marcha que llevó a una multitud frente a una comisaría de Wan Chai el 21 de junio de 2019.
Chow, de 23 años, se había declarado culpable de varios cargos presentados en su contra a principios del mes pasado, cuando fue puesta en libertad bajo fianza junto a los activistas Joshua Wong e Ivan Lam, quienes negaron haber incitado a la participación en una marcha organizada sin autorización previa.
La sentencia contra Chow será emitida el próximo 1 de diciembre, mientras que el juicio contra Wong y Lam se celebrará a fines de noviembre, señalaron fuentes judiciales citadas por la agencia de noticias Europa Press.
Chow es una influyente activista hongkonesa que es favorable a la autodeterminación de la isla y es considerada la mano derecha de Wong, líder de la denominada Revolución de los Paraguas, que movilizó a miles de personas en 2014 para exigir avances democráticos en la urbe.
La condena se produce dos meses después de la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad nacional de Hong Kong, que enumera cuatro categorías de delitos: secesión, subversión, terrorismo y colusión con un país extranjero o elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional.
La pena máxima para cada delito es la cadena perpetua, aunque la sentencia sugerida para algunos delitos menores es de tres años de prisión.
Naciones Unidas manifestó su preocupación por la implementación de esta normativa, ya que la falta de definición en estos casos «complicados» podría desembocar, a su juicio, en una «interpretación discriminatoria o arbitraria de la ley», lo que a su vez podría «afectar gravemente» a la protección de los derechos Humanos.
La decisión china produjo nuevos roces diplomáticos con Washington, que llegó a la conclusión de que Beijing viola el acuerdo alcanzado con Reino Unido en 1984 en virtud del cual el sistema económico y político de la excolonia británica se mantendría hasta el año 2047.
La Declaración Sino-Británica de 1984, que sirvió para acordar la devolución de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997, estableció el mantenimiento durante 50 años a partir de esa fecha de una serie de libertades en este territorio inimaginables en la China continental.