Un 18,46% de las denuncias de maltrato entre estudiantes tiene relación con ciberacoso

A través del webinar “Ciberacoso en tiempos de Pandemia”, el superintendente de Educación, Cristián O’Ryan, junto a Emanuel Pacheco y Lely Zamorano de la Fundación Summer, y Luis Romero, subprefecto PDI de la región de Aysén, analizaron las graves consecuencias de este fenómeno en los estudiantes y cómo enfrentar esta situación en plena crisis sanitaria y educación a distancia.

En el primer capítulo del webinar #ConversacionesSupereduc, la Superintendencia de Educación trasmitió a través de YouTube y Facebook Live, un conversatorio online con el objetivo de analizar el impacto del ciberacoso en tiempos de pandemia, cómo afecta esta realidad a los estudiantes del país y cuál es el rol de la familia y de los establecimientos educacionales para acompañar, guiar y educar a los niños, niñas y jóvenes en el uso de medios digitales.

Durante la trasmisión, el superintendente de Educación, Cristián O’Ryan, destacó que “entre enero y junio de este año hemos recibido 41 denuncias relacionadas con ciberacoso, lo que equivale a un 18,46% de las denuncias de maltrato físico y psicológico entre estudiantes. La mayoría de las denuncias sobre este acoso tiene que ver con molestar o realizar gestos a compañeros en clases online u hostigar a través de redes sociales como WhatsApp e Instagram”.

Asimismo, alertó que en las cifras de años anteriores sobre ciberacoso “las mujeres se ven más afectadas que los hombres, sin embargo, en este periodo de educación a distancia, nos llama la atención que tanto niños como niñas están sufriendo de igual manera este acoso virtual”.

En este sentido, el superintendente sostuvo que el ciberbullying “es un fenómeno transversal a los distintos tipos de colegio y edades, que puede llegar a provocar un profundo daño en la integridad psicológica de los niños y niñas, es por eso que en el año 2018 emitimos una circular de reglamentos internos que incorpora las agresiones u hostigamientos causadas a través de cualquier medio, incluidos medios digitales como redes sociales, páginas de internet, videos, entre otros, y establece la obligación de que los colegios implementen estrategias de prevención y protocolos de actuación frente a situaciones de maltrato o acoso escolar entre miembros de la comunidad educativa”.

Por su parte, Lely Zamorano y Emanuel Pacheco, creadores de Fundación Summer, destacaron que “entre los jóvenes hacer bullying está validado de alguna forma para poder seguir creciendo en esta cara social. No es que los niños sean malos, no es que los jóvenes sean malos intencionalmente, sino que ven por presión social la necesidad de agredir a otros”.

En esa línea, recalaron que el rol que juegan los testigos es clave para frenar estas prácticas: “Hoy día necesitamos poner nuestras alertas ante la pregunta ¿qué tipo de testigo quieres ser tú? Cuando estás viviendo o estás viendo que existe una situación ¿qué tipo de testigo vas a ser frente a esta situación? ¿Te vas a comprometer siendo un testigo cómplice y vas a fomentar que esta situación continúe? ¿Quieres ser un testigo encubridor que mira que algo está sucediendo y te quedas callado? Necesitamos que todos se empiecen a levantar y digan que está sucediendo algo. Cuántos padres tendríamos hoy a nuestros hijos si hubiésemos recibido simplemente un mensaje avisando que en redes sociales algo estaba sucediendo”.

Ante esta situación, Fundación Summer hizo un llamado “a que no seamos reactivos, tenemos que avanzar un paso más adelante, la actitud de prevención y de predictibilidad, es decir, cómo tú como comunidad escolar puedes generar espacios para poder predecir dónde hay victimización. Cuando eres un colegio o una entidad educacional que tiene la capacidad de predecir por medio de distintas tecnologías quién puede llegar a estar sufriendo algún tipo de victimización, sin esperar a la reiteración para poder gatillar el protocolo de bullying”.

A su vez, Luis Romero Astorga, subprefecto jefe Plana Mayor Regional Coyhaique de la PDI, enfatizó que “las redes sociales son un lugar bastante propicio para poder desarrollar muchísimos tipos de ciberacoso y bajo el anonimato que ofrece esta nueva forma de interactuar. Hay que entender de que los jóvenes y el mundo en general ven el mundo digital como una extensión de su propia realidad. En el ciberespacio somos en algunos casos quienes siempre quisimos ser o tenemos una suerte de alter ego, un yo digital que en algunos casos es bastante sincero, formal, claro en expresar quién es y qué es lo que quiero, como así hay otras personas que no necesariamente lo hacen”.

En este contexto, el subprefecto Romero, destacó que “tenemos ciberacosos bastante habituales en esta época de pandemia que son las relacionadas con el grooming, que es una forma en la cual un adulto generalmente suplanta a un niño o niña, con la finalidad de generar un vínculo de confianza secreto con este nuevo amigo virtual y, posteriormente, se empieza a dar toda una relación en la cual se comparten fotografías y videos”.

Con respecto a otras formas de ciberacoso, Luis Romero alertó sobre “las famosas funas que en definitiva son formas de desacreditar o generar algún tipo de denuncia, algunos se sienten con ese derecho que en realidad es una de las ventajas que otorgan las redes sociales, pero en esos casos, así como puede ser un libre ejercicio de derecho, también podemos estar mal utilizando, funando a una persona que quizás tiene o no tiene algún tipo de participación en algún hecho que pueda ser que revista carácter de delito”.

Al finalizar, el superintendente Cristián O’Ryan agradeció la participación de los invitados y de los más de 1.000 usuarios conectados por las distintas plataformas de la Superintendencia e hizo un llamado a “estar más alerta ante el uso del internet de los niños y niñas, a que los padres y colegios generen conciencia de los efectos de este acoso en los estudiantes y que ante casos de ciberacoso el establecimiento pueda implementar, aplicar y adaptar las medidas contempladas en su reglamento interno y protocolos de actuación de manera oportuna, para evitar que las consecuencias sean mucho más graves”.

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El Periodista