Sobrina de Trump: Estoy un poco preocupada, Donald no aguanta perder
Mary L. Trump tiene 55 años, es doctora en Psicología, conoce el costado más íntimo de su tío y presidente de Estados Unidos y este año escribió un libro sobre su familia para concientizar sobre la personalidad del hombre que buscará la reelección en noviembre, y hoy advirtió respecto de esa instancia electoral: "Estoy un poco preocupada, Donald no aguanta perder". (Telam)
En el libro «Siempre demasiado y nunca suficiente: cómo mi familia creó al hombre más peligroso del mundo» (Indicios, Ed. Urano), Mary describe un Trump criado por un padre «sociópata altamente funcional» y una madre «inestable y necesitada» que hizo trampa para entrar a la universidad, usó sus influencias para garantizar una banca de juez federal para su hermana, regalaba cosas usadas y logró sobrevivir a varias bancarrotas gracias a sus buenos contactos.
La sobrina del presidente aseguró que una reelección podría desatar aún más la personalidad de su tío y acusó a los grandes medios y al Partido Republicano de haber «normalizado» su discurso «racista y misógino».
En el libro dice que «el comportamiento horrendo de Trump siempre fue normalizado por otra gente». ¿El Trump público es un personaje para asegurar un apoyo o realmente es así?
No es un personaje. Primero, no es tan inteligente y, segundo, no entiende de estrategias. Pero sí es muy bueno para generar división porque sabe que eso lo beneficia. Cuando ve que su retórica racista funciona con su base (electoral) y cuando ve que su horrible comportamiento no está siendo castigado de ninguna manera o que nadie lo hace responsable, él duplica la apuesta y se vuelve más racista y más agresivo. Desafortunadamente representa a una minoría significante de la gente en este país. Desde 2016, en vez de ser marginalizada, esta minoría está siendo representada por el 100% del Gobierno federal. Eso es lo que cambió. Siempre creí que uno de los objetivos de la democracia liberal es contener a estas personas y ahora todo el Partido Republicano los representa. Es muy peligroso. Escucho todo el tiempo a la gente decir: ‘Nosotros no somos esto’, pero la verdad es que nosotros somos precisamente esto ahora y tenemos que cambiarlo.
Usted afirma que no existe una «estrategia brillante» detrás de la victoria electoral de 2016 o de su Gobierno. ¿Cómo explica entonces que siga siendo competitivo para una reelección?
Tuvo y tiene mucha ayuda. Hay que recordar que una de las cosas más peligrosas de Donald es que, debido a cómo lo crió mi abuelo, se convierte en alguien muy útil para personas más poderosas o inteligentes que él. Hay hombres en el Gobierno -sí, son casi todos hombres- como Mitch McConnell (líder de la mayoría republicana en el Senado), Bill Barr (fiscal general), Mike Pompeo (secretario de Estado) que tienen una gran influencia sobre el Salón Oval.
Después de ganar la Presidencia, usted dice que su tía Maryanne perdió toda su influencia sobre su hermano menor, Donald. ¿Hay alguien de su entorno que influya significativamente en sus decisiones?
Sí y no. En cuanto a su comportamiento personal, no. Nadie se le enfrenta porque, si alguien lo hace, les grita o los echa. Está rodeado de personas que solo le dicen que sí. Pero, por otra parte, hay personas como Bill Barr o (el presidente de Rusia) Vladimir Putin que logran que Donald apoye su posición. No lo sé con detalles, pero Donald y Putin hablaron por teléfono con bastante frecuencia este año y no creo que sea un accidente que, de repente, retiran a nuestras tropas de Alemania, como desea Putin.
¿Y en su entorno familiar?.
Son mayormente personas que le dicen a todo que sí, pero también están beneficiándose enormemente. Su hija y su yerno son asesores de la Presidencia. No conozco el salario, pero nadie se hace rico por trabajar en la Casa Blanca. Ellos generaron 36 millones de dólares el año pasado, eso no debe pasar en este país.
En un nuevo spot electoral, Trump reinvindica una mística de la recuperación, una idea similar a la que plasmó en su tercer libro, para el cual usted trabajó un tiempo. ¿Cómo cree que reaccionará si pierde en noviembre?
Depende. Si Joe Biden gana por un margen muy grande, entonces Donald quedará tan herido en su narcisismo que no tendrá más opción que darle un giro a su favor. Me imagino que dirá: ‘Soy lo mejor que le pasó a este país, ustedes no me merecen. Voy a hacer algo más importante’. Pero si el margen es pequeño, creo que su círculo íntimo lo empujará para que dispute el resultado. Estoy un poco preocupada porque Donald no aguanta perder. Biden tiene que ganar por mucho.
¿Y ante una victoria? ¿Modificaría en algo su manera de gobernar?
Sí, será mucho peor. Se sentirá imbatible, fortalecido y validado porque logró salir victorioso de todo. Aunque no lo parezca, aún está un poco contenido. Su partido a veces cuestiona algunas cosas y aún tiene que ganar las elecciones.
Usted afirma que los medios normalizaron a su tío y construyeron su imagen de empresario exitoso durante años. Tras la elección, muchos criticaron a los medios por dar publicidad gratis y ayudar a normalizar el discurso de Trump. ¿Coincide?
La cobertura de los medios en esa elección fue horrible. Primero, el doble estándar para los dos candidatos. La misoginia hacia Hillary Clinton y la presentación de ambos como si estuviesen igual de preparados para el cargo. Le dieron una enorme cantidad de publicidad mediática para que diga lo que quiera, aún si eran mentiras o ataques. La forma en la que los medios normalizaron a Donald y elevaron su figura fue una de las razones que explican su victoria.
¿El rol de los medios en esta normalización cambió en estos años de Gobierno?
Quizás un poco, pero lamentablemente no lo suficiente. Tardaron dos años en empezar a decir que las mentiras que decía Donald eran mentiras y todavía no lo llaman racista pese a que todos los días dice y hace cosas cosas racistas.