Un acuerdo con el gobierno, que le permitirá al Machi Celestino Córdova visitar por 30 horas su Rehue, significó que el único condenado por el incendio con muerte del matrimonio Luchsinger-MacKay, depusiera hoy su huelga de hambre de más de 100 días.
El machi, a través de sus representantes, había dado un ultimátum al gobierno, amenazando con dejar de ingerir líquidos, si es que sus peticiones y las de los otro 26 presos mapuches no eran escuchadas.
Córdova había perdido un recurso ante la Corte Suprema para vivir en su Rehue los próximos 6 meses.
Según informó radio Universidad de Chile el acuerdo tiene otros siete puntos, además de la visita al Rehue, pudiendo “permanecer en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial hasta su plena recuperación física y espiritual, incluyendo orientaciones de medicina mapuche que sean compatibles con la prescripción del agente de salud tradicional tratante”.
«A su vez, y respecto de los otros 27 comuneros mapuche que se encontraban en huelga de hambre, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos se comprometió a que, ‘considerando la resolución dictada por Gendarmería, al momento de que ellas depongan la huelga, no serán objeto de sanción disciplinaria por Gendarmería de Chile'», informó Radio Universidad de Chile.
En el mismo sentido del compromiso anterior, relata el documento, se facilitará la postulación de personas privadas de libertad de pueblos originarios a Centros de Educación y Trabajo, si así lo solicitan.
Así también, se facilitará, a través de la Defensoría Penal Pública, la solicitud de revisión de medidas cautelares (de prisión preventiva a, por ejemplo, arresto domiciliario).
En la reunión en que se firmó el acuerdo participaron Jan Jarab y Paula Berruti de la ACNUDH; el director nacional del INDH, Sergio Micco; el vicepresidente del Colegio Médico, Dr. Patricio Meza, y el Dr. Enrique Morales del Departamento de Derechos Humanos del Colmed.