Asesinan a un líder ambiental y a tres indígenas en Colombia
Un líder ambiental fue asesinado en una zona rural del departamento colombiano de Valle del Cauca, mientras que al menos tres indígenas fueron ejecutados en el vecino Nariño, apenas dos días después de una masacre que se cobró la vida de nueve jóvenes en una localidad cercana, informaron hoy medios locales. (Télam)
La Secretaría de Seguridad de Cali informó hoy que Jaime Monge, un líder ambiental de 62 años, fue baleado ayer en su casa en el corregimiento (territorio) de Villacarmelo, cerca al Parque Nacional Farallones de Cali, en el sur de Colombia, reportó el diario El Tiempo.
«De inmediato informamos a la Policía Metropolitana para que adelantara todo el esquema de acordonamiento de la zona para ubicar a los culpables. Realmente lamentamos lo sucedido y esperamos que haya claridad sobre lo que pasó», dijo el secretario de Seguridad de Cali, Carlos Rojas, quien indicó que uno de los presuntos autores del crimen resultó herido en el hecho.
En palabras del funcionario, Monge era reconocido en el sector por ser el creador del proyecto Pacha mama, una fundación dedicada a temas ambientales, y lideraba la organización Asocampesina de Villacarmelo.
También era un firme opositor a la minería ilegal que está destruyendo los Farallones de Cali, un área protegida a nivel nacional, expresaron algunos ambientalistas citados por el periódico.
Tres meses atrás, en la misma localidad fue asesinado otro líder ambiental, Jorge Enrique Oramas, quien encabezaba otro proyecto conocido como Biocanto del Milenio y también se oponía a la minería ilegal en la zona.
Si bien ambos casos coinciden en muchos aspectos, las autoridades de Cali aseguraron estar investigando si tienen alguna relación.
En tanto, en el vecino departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, al menos tres indígenas del pueblo awá fueron asesinados ayer en el resguardo Pialapí-Pueblo Viejo, una zona rural del municipio de Ricaurte, según informó el alcalde Eder Burgos en una declaración divulgada en redes sociales.
Burgos denunció que es preocupante la «situación que viene afectando a estas comunidades por la intensificación del conflicto, de la confrontación y las muertes violentas» e hizo un llamado al Gobierno departamental y nacional para que ofrezcan «garantías» en la zona.
«No podemos todos los días estar reportando muertos por cuestión de la confrontación armada entre grupos al margen de la ley», deploró.
Medios locales indicaron que el riesgo que corren las comunidades awá en Nariño fue advertido por la Defensoría del Pueblo en una alerta temprana emitida en octubre de 2019.
Hace 11 años, el 26 de agosto de 2009, 12 integrantes de esa misma comunidad indígena, cinco de ellos niños, fueron asesinados por un grupo armado no identificado en el resguardo Gran Rosario, en jurisdicción del municipio de Tumaco, que también hace parte de Nariño.
En tanto, el gobernador de Nariño, Jhon Rojas, dijo a periodistas que la situación en esa región es crítica y que están a la espera de más recursos para poder implementar estrategias que permitan mitigar la violencia.
El sábado por la noche ocho jóvenes de entre 19 y 25 años fueron masacrados por desconocidos en la aldea de Santa Catalina, cercana a la cabecera municipal de Samaniego, ubicada en el mismo departamento sureño, donde horas antes había sido asesinada una mujer de 26 años, igualmente por desconocidos.
Una matanza que ocurrió tan solo cuatro días después de que cinco adolescentes fueran asesinados en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca.
El pasado lunes, la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos alertó que documentó 33 masacres en 2020 en Colombia, al tiempo que viene dando seguimiento a 97 asesinatos de personas defensoras de derechos humanos, de los cuales, a la fecha verificó 45 homicidios.
