Naciones Unidas: aumenta la inseguridad alimentaria en Chile
El informe ONU, El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo (SOFI) 2020, advierte que más de 47 millones de personas padecen hambre en la región y que, en el país, la inseguridad alimentaria alcanza a 15,6% de la población.
Cuatro agencias de la ONU, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa Mundial de Alimentos (WFP), y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), lanzaron hoy el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020.
En América Latina y el Caribe es donde más rápido está incrementando la inseguridad alimentaria, según el informe SOFI 2020, son47,7 millones de personas en la región las que padecen hambre y en Chile, casi tres millones de personas no tienen acceso regular a alimentos suficientemente nutritivos.
Las personas tienen inseguridad alimentaria moderada cuando enfrentan incertidumbres respecto a su capacidad para obtener alimento o se ven obligadas a aceptar menor calidad o cantidad en los alimentos que consumen. Existe inseguridad alimentaria severa (grave) en las personas que a menudo se quedan sin alimento y pueden llegar incluso a pasar un día, o varios sin comer.
El SOFI 2020 establece que en Chile un 15,6% del país (2,9 millones de personas) tiene algún tipo de inseguridad alimentaria (moderada o severa) y que actualmente un 3,8% de la población (700 mil personas) padece inseguridad alimentaria severa.
La publicación registró un aumento en la inseguridad alimentaria y desnutrición total en los chilenos, mientras que las cifras de obesidad y sobrepeso en adultos y niños menores de cinco años, se mantuvieron desde el pasado informe. «Estos números aún no reflejan el impacto de la pandemia por COVID-19. A nivel global estimamos que entre 83 y 132 millones de personas más padecerían hambre por la pandemia en el mundo», asegura la representante de la FAO en Chile, Eve Crowley.
El estudio identifica en Chile una prevalencia del sobrepeso en menores de cinco años de 9,3%, cifra por sobre el promedio regional de 7,5%; una prevalencia de la desnutrición total en la población de 3,5%; y una prevalencia de anemia en mujeres en edad reproductiva (15-49 años) del 15%.
Mundo, América Latina y el Caribe
El estado de la seguridad alimentaria y nutrición en el mundo revela una dura realidad: el mundo no está en vías de lograr el objetivo del Hambre Cero (ODS2) para 2030. A nivel mundial, las estimaciones del estudio indican que cerca de 690 millones de personas padecen hambre, el 8,9% de la población mundial, lo que representa un aumento de unos 10 millones de personas en un año y de unos 60 millones en cinco años.
En la región, el hambre aumentó por quinto año consecutivo y el número de personas afectadas por la inseguridad alimentaria severa muestra una tendencia al alza similar a la de años anteriores.
El hambre crece con mayor rapidez en América Latina que en África, pese a que en este continente la cifra de inseguridad alimentaria total es mayor.
Se proyecta que hasta 67 millones de personas en América Latina y el Caribe podrían tener hambre en 2030. Esto corresponde a 20 millones de personas más en esta situación que las reportadas en 2019. La cifra sería peor que la que existía cuando la región se comprometió a cumplir el Objetivo Hambre Cero en 2015.
En América del Sur, se estima que el hambre podría llegar a un 7,7%, por un equivalente a casi 36 millones de personas. La FAO ha hecho un llamado al sector privado, la sociedad civil y las organizaciones multilaterales a tomar medidas a gran escala para enfrentar esta alza de la inseguridad alimentaria.
Dietas saludables más asequibles
El informe SOFI menciona que, en el mundo, el costo de una dieta saludable supera la línea internacional de la pobreza. Dietas saludables podrían ser hasta cinco veces más caras que una que sólo cumpla con los requerimientos calóricos de una persona.
En América Latina y el Caribe, el costo de una dieta saludable que aporte los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantener una vida activa y su bienestar, también es el más alto del mundo, con un valor promedio de USD 3,98 al día por persona.
En Chile, según cifras de la última Encuesta Nacional de Salud, sólo un 15% de las personas consumen las cinco porciones de frutas y verduras que recomiendan OMS y FAO. Medidas que aseguren el consumo de este grupo de alimentos frescos y otros alimentos saludables, como el pescado, van en directo beneficio de la seguridad alimentaria de la población.
Las políticas de protección social sensibles a la nutrición, según el SOFI 2020, son fundamentales para que puedan aumentar el poder adquisitivo y la asequibilidad de las dietas saludables de las poblaciones más vulnerables.
La seguridad alimentaria y el Objetivo Hambre Cero
La seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. Cuando no se cumplen estas condiciones, se tiene inseguridad alimentaria.
Los niveles de gravedad de inseguridad alimentaria son cuantificados en El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020 (SOFI, por sus siglas en inglés), por una escala de evaluación llamada FIES, de la FAO.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 2, Hambre Cero, apunta a terminar con todas las formas de hambre y desnutrición para 2030 y velar por el acceso de todas las personas, en especial los niños, a una alimentación suficiente y nutritiva durante todo el año.
Este desafío requiere la promoción de prácticas agrícolas sostenibles a través del apoyo a los pequeños agricultores. Además, se requiere el fomento de la cooperación internacional para asegurar la inversión en la infraestructura y la tecnología necesaria para mejorar la productividad agrícola.