Justicia española mantiene en semilibertad a dos líderes independentistas y suspende otras dos

Un juez suspendió hoy la semilibertad de dos dirigentes independentistas condenados por el fallido proceso de secesión de 2017, entre ellos la expresidenta del parlamento catalán Carmen Forcadell, mientras otro magistrado decidió lo contrario en dos casos similares, en medio de una creciente tensión por la revisión de la Fiscalía de la situación de estos presos catalanes. (Telam)

Hace dos días, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ya ordenó el regreso inmediato a prisión con régimen cerrado para otros cinco líderes independentistas, entre ellos el ex vicepresidente, Oriol Junqueras, después de que el Ministerio Público recurrió su clasificación de tercer grado penitenciario, que les permitía salir de la cárcel a trabajar y dormir en sus casas los fines de semana.

La medida fue ratificada por el juzgado de vigilancia penitenciaria 5 de Barcelona, encargado de revisar la semilibertad de los siete presos hombres de Lledoners, que hoy tomó igual decisión para los exconsejeros Jordi Turull y Josep Rull, que aún permanecían en esa condición y esta tarde la perderán.

En cambio, el juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1, competente para la cárceles de mujeres de Wad-Ras de Barcelona, decidió que la ex presidenta del parlamento catalán Carmen Forcadell y la exconsejera Dolors Bassa, mantengan el régimen flexible hasta que se resuelva el fondo del asunto.

En su resolución, el juez Jesús Ignacio Moncada rechazó la interpretación «extensiva» de la Fiscalía y remarcó que el recurso del Ministerio Fiscal solo deja en suspenso el tercer grado cuando se presenta en segunda instancia, y no en primera.

Además, el magistrado advierte que la suspensión del tercer grado, medida que efectuó su colega del otro juzgado, «puede afectar al principio de legalidad».

«El juzgado penitenciario número 1 de Barcelona ha aplicado lo que dice la Ley. Y por eso no entramos en la cárcel», celebraron Forcadell y Bassa a través de Twitter, donde lamentaron que, por el contrario, sus compañeros deban regresar a prisión.

En octubre del año pasado, los nueve líderes independentistas fueron condenados a entre 9 y 11 años de prisión por sedición en relación con el fallido proceso de secesión de 2017, cuando Cataluña intentó independizarse de España.

Desde el 17 de julio pasado, todos ellos podían pasar el fin de semana en sus casas y volver el lunes en el centro penitenciario, gracias a su clasificación de tercer grado, que confirmó el propio Gobierno catalán tras una decisión del servicio penitenciario.

Además, desde principios de febrero también salían diariamente para trabajar o realizar actividades de voluntariado, beneficiándose de un artículo del régimen penitenciario una vez cumplida una cuarta parte de su condena.

No obstante, esta semana el Tribunal Supremo español revocó ese articulo, el 100.2, para el caso de Forcadell, y abrió así la puerta a revisar la situación del resto de condenados secesionistas.

El Ministerio Fiscal argumenta que la semilibertad de los líderes secesionistas condenados «crea una total sensación de impunidad».

Sin embargo, no solo los independentistas consideran que el regreso a prisión de sus líderes es injusto, también lo manifestó así la alcaldesa de Barcelona, la progresista Ada Colau, mientras el propio vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, dijo que la decisión era una «mala noticia» para los que defienden el diálogo.

De hecho, el presidente catalán, Quim Torra, cree que con su decisión la Fiscalía dinamita puentes.

«Si el Gobierno tiene alguna esperanza de retomar el diálogo, hará falta que antes demuestre que tienen la firme voluntad de parar las hostilidades contra el movimiento independentista catalán», dijo el líder independentista en una declaración institucional tras conocer la decisión sobre los presos.

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El Periodista