El polémico arriendo de Espacio Riesco para enfrentar la pandemia de coronavirus sigue dando que hablar porque hoy la Contraloría General de la República, al rechazar la toma de razón del contrato entre Convenciones Santiago SA y el Servicio de Salud Metropolitano, señaló que este contiene «pagos injustificados».
“No se advierte justificación para que se establezca el pago de determinadas prestaciones (…) pues aquellas ya se encuentran comprendidas dentro de las obligaciones que tiene el Centro de Convenciones Santiago S.A., en su calidad de parte arrendadora», señala sobre el contrato firmado por el Servicio de Salud Metropolitano Norte.
El recinto, desde mayo y gracias al contrato firmado un mes antes, que fue gestionado por el subsecretario Arturo Zúñiga, recibe pacientes de recintos hospitalarios de la zona norte de Santiago.
La Contraloría, que visó que el acuerdo considerara un pago de 0,2 UF por metro cuadrado, precio de una bodega tipo, rechazó el pago extras por otras prestaciones, debido a que ellas debían estar en el monto pactado por el arriendo.
“No se advierte justificación para que se establezca el pago de determinadas prestaciones consignadas en el aludido anexo 1 del contrato en examen, pues aquellas ya se encuentran comprendidas dentro de las obligaciones que tiene el Centro de Convenciones Santiago S.A., en su calidad de parte arrendadora del inmueble respectivo, y en cuya virtud ya se ha pactado el pago de las correspondientes rentas de arrendamiento en favor de dicha sociedad”, señala el dictamen de la Contraloría.
El ente contralor, además, puntualiza que el servicio de Salud no aportó antecedentes «que sustenten los valores que se asignan a las distintas prestaciones que se contienen en el citado anexo 1 y, en particular, que den cuenta que aquellos se enmarcan dentro de los precios que regularmente se pagan en el mercado por aquellas, de modo de acreditar la observancia de los principios de eficiencia, eficacia y economicidad”.
Se paga mucho para ir a sacarse una foto