Preocupa en América Latina alto incremento de casos COVID-19

En Brasil, el país más golpeado de la región con 923.189 casos y 45.241 muertes, el ministro de Economía, Paulo Guedes, estimó que a partir de septiembre iniciará la recuperación económica.

«Creo que para septiembre, octubre, noviembre, ya estamos en un nuevo país, con un muy buen año nuevo por delante. Creo en eso, estamos luchando por eso mañana, tarde y noche. Estamos luchando y creo que lo lograremos», dijo.

El ministro calificó la crisis económica generada por el nuevo coronavirus como una «bomba biológica», que ha generado una severa emergencia fiscal, pues «las crisis económicas son básicamente tipificadas, conocidas. Esta fue una bomba biológica, absolutamente sin precedentes», enfatizó.

En tanto, México y Estados Unidos acordaron extender hasta el próximo 21 de julio las restricciones al tránsito terrestre no esencial en la frontera común implementadas ante la pandemia.

La cancillería mexicana señaló en Twitter que la extensión por 30 días más de la medida que comenzó el pasado 21 de marzo se tomó después de una revisión del desarrollo de la propagación de la COVID-19 en los dos países vecinos.

La medida contempla la restricción a los viajes con propósitos de turismo o recreación, sin afectar el comercio transfronterizo ni los cruces por trabajo esencial y por motivos médicos.

En Chile, con 184.449 contagios y 3.383 decesos, el presidente Sebastián Piñera firmó un proyecto de ley que amplía el ingreso familiar de emergencia a la población con menos recursos del país, de 65.000 hasta 100.000 pesos (de unos 83 a unos 128 dólares) por persona.

La iniciativa beneficiará a 5,6 millones de personas, de acuerdo con la información de la Presidencia, que incluyó esta medida en el acuerdo por la Protección Social y la Recuperación del Empleo, promovido por el Ejecutivo para atravesar la pandemia.

«Estamos viviendo tiempos de emergencia, lo sabemos, lo sentimos y necesitamos respuestas. Por eso el ingreso familiar de emergencia es una ayuda que va a complementar los ingresos propios de las familias chilenas», señaló el mandatario.

En Ecuador, con 47.943 infectados y 3.970 fallecimientos, el alcalde de la capital Quito, Jorge Yunda, dijo que «hay un preocupante» aumento de la demanda de camas tanto en hospitalización como en las Unidades de Cuidados Intensivos.

«La capacidad de la red pública de salud, está al tope», indicó Yunda, quien anunció que solicitará una reunión urgente al Comité Nacional de Operaciones de Emergencia, que maneja la crisis sanitaria, «para tomar las decisiones más adecuadas para proteger a los conciudadanos».

El país, que el pasado 1 de junio entró en un proceso de desconfinamiento social paulatino para reactivar la economía, se mantendrá hasta el próximo 16 de agosto en estado de excepción, luego de que el lunes el presidente Lenín Moreno extendió por 60 días más la medida mediante decreto ejecutivo.

En Argentina, con 34.159 casos, de los cuales 878 fallecieron, la ciudad de Buenos Aires intensificará los controles sanitarios y en los medios de transporte ante el rápido crecimiento de casos de la COVID-19.

«Hay un dato que preocupa y es que aumentó la circulación en toda el área metropolitana, en especial en el transporte público, que es un lugar de riesgo siempre, porque se junta mucha gente», dijo el jefe de Gobierno de la capital, Horacio Rodríguez Larreta.

El funcionario señaló que se resolvió «ser más estrictos en el control y que el transporte público sea solo para los trabajadores esenciales que están combatiendo el virus. Estamos preocupados, el nivel de contagios se estabilizó, pero a un nivel alto».

En Colombia, con 54.931 enfermos y 1.726 muertos, la directora del estatal Instituto Nacional de Salud, Martha Lucía Ospina, declaró ante el Congreso que siguen registrándose casos importados de la COVID-19, especialmente los colombianos que llegan en vuelos humanitarios.

«En los viajes humanitarios nosotros estamos rastreando en un vuelo de 200 personas, 80 y de las 80 nos están saliendo positivas seis. Seguimos teniendo múltiples importaciones. Hemos encontrado importaciones de más de 10 países. Eso es algo menor porque la importación sigue existiendo», dijo Ospina.

En tanto, la Confederación Nacional de Rectores y Colegios Privados declaró que muchos de sus afiliados a esa institución tomaron la decisión de no volver a clases en lo que resta de este año, pese a que el gobierno había autorizados el reinicio de actividades con medidas de bioseguridad.

En Honduras, con 8.858 positivos y 312 defunciones, la Secretaría de Salud desplegó 25 brigadas médicas para detectar personas infectadas con el virus en las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos más afectadas por la pandemia.

Además, se les entregará el tratamiento primario llamado «Maíz», un cóctel de Microdacyn Azitromicina, Invermectina y Zinc, que se utiliza para bajar la carga viral y que según médicos, les ha dado buenos resultados en reducir la letalidad de la COVID-19.

El viceministro de Salud, Roberto Consenza, dijo que lo que se busca es contener la enfermedad y evitar que las personas lleguen a congestionar los hospitales, porque con la detección temprana se disminuyen los riesgos para miles de personas que podrían tener mayores padecimientos.

En Bolivia, ante el desborde de casos en la última semana, el departamento de La Paz ingresará del 20 al 22 de junio en un encapsulamiento, que implica el cierre total de actividades y transporte en un intento por evitar la rápida propagación del coronavirus.

«El departamento de La Paz se va a encapsular totalmente el sábado, domingo y lunes (…) No habrá circulación de ningún tipo», explicó el ministro de Obras Públicas, Iván Arias.

La decisión fue asumida frente al alza de contagios, registrado desde que las ciudades de La Paz y El Alto ingresaron a la flexibilización de la cuarentena, que implica la autorización de la reanudación de las actividades económicas y el regreso del transporte público.

Finalmente, Perú reportó 237.156 casos y 7.056 muertes por la COVID-19, mientras que en República Dominicana hay 23.686 infectados y 615 decesos y en Cuba 2.273 enfermos y 84 defunciones.