Fiscalía de Bérgamo (Italia) investigará gestión del gobierno en la emergencia del Covid-19
El primer ministro, Giuseppe Conte, deberá declarar en la causa que busca determinar la responsabilidad en las muertes por el virus.
La fiscalía de la provincia más golpeada por el Covid-19 en Italia, Bérgamo, se encuentra investigando la actuación de las autoridades nacionales durante la emergencia sanitaria, citó a declarar como «persona informada» al primer ministro Giuseppe Conte y a sus colaboradores de Sanidad e Interior, Roberto Speranza, y Luciana Lamorgese.
En Bérgamo fallecieron 6 mil personas por el virus. Los familiares denuncian, entre otras cosas, que no se cerrara el hospital de Alzano Lombardo y que nunca se declarara esta zona roja, sospechando que detrás de esta decisión se encuentran presiones de los empresarios por mantener abiertas las fábricas.
Esta provincia es una de las más industrializadas de Italia, y sólo en Alzano Lombardo y Nembro hay alrededor de 3.700 trabajadores de 376 empresas. El presidente de Confindustria (la patronal) de Lombardía también ha sido citado ante la fiscalía, que estudia si los empresarios pudieron hacer algún efecto lobby para no frenar la producción.
Si bien no se les atribuye a las autoridades nacionales, por ahora un delito, la causa fue abierta bajo el concepto de “epidemia dolosa”, lesiones y homicidio culposo tanto por el enorme número de muertos en residencias como, sobre todo, porque nunca se declaró una zona roja que hubiese sellado por lo menos dos municipios adyacentes a Bérgamo, Alzano Lombardo y Nembro, focos de la epidemia, como sí se hizo inmediatamente en otros diez municipios de la Lombardía, señala hoy La Vanguardia.
Los testimonios del premier y de sus ministros se sumarán a otros de importante talla política como el del presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana y su consejero de Sanidad, Giulio Gallera, ambos de la ultraderechista Liga. Ya testificaron hace unos días y fueron recibidos a gritos de “criminal” por algunos ciudadanos de Bérgamo.
También han testificado las autoridades de la región de Lombardía
El coronavirus arrancó en Italia en la provincia lombarda de Lodi, y rápidamente las autoridades locales decretaron el cierre de diez municipios, entre ellos Codogno, el primer pueblo donde se halló un caso el pasado 21 de febrero. Pero cuando el domingo 23 encontraron dos infectados en el hospital Pesenti Fenaroli de Alzano Lombardo, un pueblo muy cercano a Bérgamo –de hecho, es casi un barrio de la ciudad– la sala de urgencias tardó sólo dos horas en reabrirse. En ese momento la policía y el ejército ya habían rodeado Codogno e impuesto la cuarentena. Bérgamo nunca se cerró.
“En los primeros días de marzo estaba todo listo para crear una nueva zona roja. Estábamos todos convencidos y preparados. El ejército estaba por las calles y levantando los puestos de control. Sólo faltaba la firma del presidente Giuseppe Conte. No sabemos por qué, al final, no lo decidieron”, contó hace unos días a este diario el alcalde de Alzano Lombardo, Camilo Bertocchi.
La región Lombardía se escuda diciendo que crear esta nueva zona roja en Bérgamo era competencia del Gobierno de Conte, mientras el Ejecutivo en Roma dice lo contrario, que la región podía haberlo hecho. Al final optaron por declarar toda Lombardía zona naranja en lugar de precintar solamente Bérgamo.
“Es una buena noticia para nuestra causa”, celebran desde el comité de víctimas
“Es una buena noticia para nuestra causa”, cuenta por teléfono Stefano Fusco, vicepresidente del comité de víctimas de Bérgamo Noi Denunceremo, que este miércoles han depositado las primeras cincuenta denuncias de algunos familiares de fallecidos por la pandemia en esta provincia. Sólo aquí se calcula que han muerto unas 6.000 personas a causa de la pandemia.